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lunes, noviembre 25, 2024

La estudiante sueca que detuvo el despegue de un avión para frenar la deportación de un inmigrante afgano

Elin Ersson en su videoDerechos de autor de la imagenFACEBOOK
Image captionElin Ersson realizó una protesta adentro de un avión que causó alboroto, pero consiguió su objetivo.

La estrategia de una activista sueca para detener la deportación de un refugiado afgano dejó asombrados a muchos.

La estudiante universitaria Elin Ersson compró un pasaje para el mismo vuelo en el que un hombre de Afganistán estaba siendo deportado el lunes.

Cuando estaba abordo, se negó a sentarse en el asiento que le correspondíahasta que el inmigrante saliera con ella del avión.

La estudiante transmitió su acto en directo a través de Facebook, donde se vio un tenso enfrentamiento con otros pasajeros y la tripulación de la aerolínea.

Las reacciones que ha generado fueron en su mayoría de apoyo a su acción, pero algunas personas creen que solo generó un escándalo.

El video ha sido compartido miles de veces y fue reproducido casi dos millones de veces en las primeras horas tras su publicación.

«Salvarle la vida»

Ersson explica a los otros pasajeros y a quienes la seguían vía Facebook que no está de acuerdo con la política de deportación de inmigrantes de Suecia.

Pese a los constantes ataques y presencia de extremistas, el gobierno sueco clasifica a Afganistán como un país seguro y tiene como norma deportar a los afganos que les fue rechazada la solicitud de asilo.

Suecia ha recibido alrededor de 400.000 solicitudes de asilo desde 2012, de los cuales unos 50.000 son de Afganistán.

Para la estudiante, se trata de un país donde el hombre al que defiende «probablemente sería asesinado».

«Hago lo que puedo para salvar la vida de una persona», dice a los otros pasajeros y a sus seguidores.

Ersson en su video de FacebookDerechos de autor de la imagenFACEBOOK
Image captionErsson transmitió en directo a través de Facebook durante 14 minutos su protesta en el avión.

«Mientras una persona esté de pie, el piloto no puede despegar. Lo único que quiero hacer es detener la deportación y entonces cumpliré con las reglas«, asegura en las imágenes.

El video muestra cómo la tripulación de la aerolínea, y luego otros pasajeros, le ordenan que se siente y deje de transmitir con su celular.

A medida que continúa la confrontación, varias personas en el avión también se ponen de pie, algunas para mostrarle su apoyo, pero otras solo para ver qué estaba pasando.

Al final, su protesta logró que tanto ella como el afgano de 52 años fueran sacados del avión.

¿Un acto ilegal?

El hombre iba escoltado por el Servicio de Prisiones y Libertad Condicional de Suecia.

«Los casos de asilo son decididos por la oficina de inmigración», dijo a la BBC el portavoz de ese organismo, Ulf Mossberg.

«Lo que sucedió (…) fue que el piloto del avión decidió que nuestro personal y el hombre afgano no podían realizar el vuelo», añadió.

La prensa sueca indicó que, pese a que la deportación del afgano se detuvo, las autoridades cumplirán con la orden.

La activista, por su parte, podría enfrentar consecuencias legales sobre sus acciones, pues los pasajeros de un vuelo comercial están obligados a seguir las órdenes del capitán de la aeronave.

Inmigrantes en un bote en el MediterráneoDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionMiles de inmigrantes llegan a Europa a través del Mediterráneo, pero cada vez menos son recibidos por países europeos de la región.

La deportación de migrantes sigue siendo una cuestión controvertida en toda Europa.

En los últimos años, el continente ha registrado una gran afluencia de inmigrantes que llegan de países de África y Medio Oriente.

Esta crisis migratoria amenaza con socavar la unión dentro de la Unión Europea y está enfrentando a los países del sur contra los del centro y norte del continente.

Italia y Grecia -que son los principales puntos de llegada de los inmigrantes- están resentidos porque sienten que se han quedado solos abordando el problema.

Los países del norte de Europa, mientras tanto, acusan a los del sur por no patrullar bien sus fronteras del Mediterráneo y de haber dejado que los inmigrantes «se escabullan» hacia las naciones norteñas más ricas, como Alemania, Austria y Suecia.

A principios de este mes, el ministro del Interior de Alemania, Horst Seehofer, hizo unas polémicas declaraciones al referirse a la deportación de un grupo de 69 afganos. En tono de broma, el ministro dijo que los 69 habían sido devueltos a su país coincidiendo con su cumpleaños número 69.

Posteriormente, se conoció que uno de los inmigrantes del grupo deportado desde Alemania se quitó la vida después de haber sido enviado de regreso a su país.

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