El estudio fue publicado por la JAMA Otolaryngology-Head and Neck Surgery. En donde se comprobó que la percepción del olor fantasma es mucho más común de lo que se piensa. Se le llama Fantosmia a la experiencia de oler algo pero que en realidad no está ahí o no está sucediendo. Se trata de un problema documentado pero del que aún se habían realizado pocas investigaciones.
Judith A. Cooper, directora del programa, dijo: “A menudo se pasan por alto el problema del olfato, a pesar de su importancia. Pueden tener un gran impacto en el apetito, las preferencias alimentarias. Además de la capacidad para oler señales de peligro como fuego, fugas de gas y comida en mal estado”.
La fantosmia afectaba a las mujeres con casi el doble de frecuencia que a los hombres. Y esta diferencia de sexo era más pronunciada en el grupo de 40-60 años. Cuando los científicos buscaron posibles factores de riesgo, descubrieron que el riesgo aumentaba para las personas con una salud general deficiente o un nivel socioeconómico más bajo (intoxicaciones con monóxido de carbono, por caso).
En el estudio se destaca que las personas que fumaban cigarrillos con regularidad tenían más probabilidades de sufrir estas alucinaciones. “Un buen primer paso para comprender cualquier condición médica es una descripción clara del fenómeno. A partir de ahí, otros investigadores pueden formar ideas sobre dónde buscar nuevas causas. En última instancia, sobre cómo prevenir o tratar la enfermedad”, dijo la directora.
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