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El puertorriqueño Carlos Correa dice sentir dolor.
Cada swing que falla lo lastima, y en los días malos puede ser incómodo incluso caminar para el campo corto estelar de los Astros de Houston.
A menudo, Correa muestra cara de valiente, pero declaró a una agencia norteamericana cuánto le está afectando el dolor, mientras los Astros se preparan para ir a Boston y enfrentar a los Medias Rojas en la Serie de Campeonato de la Liga Americana que comienza el sábado.
“Eres un competidor, así que cada vez que te paras en el campo juegas como si todo estuviera bien”, dijo el miércoles. “Pero obviamente estás sufriendo”.
Correa regresó el 10 de agosto tras un periodo de seis semanas en la lista de inhabilitados y declaró que estaba mejor. Pero ha enfrentado dificultades para retomar su mejor forma. Bateó apenas para .180 AVG en la segunda mitad de la temporada y sólo tuvo un hit, un jonrón, en la serie divisional, por lo que no lució como el pelotero que fue elegido al Juego de Estrellas la campaña pasada y que fue el Novato del Año en 2015.
Dice que la molestia empeora cuando está en el plato, y ha sido imposible volver a la manera en que se sentía antes de la lesión.
“No sólo hay problema para encontrar mi swing, sólo para sentirme cómodo en el plato cuando hago swing”, señaló. “Porque sé que cada vez que hago swing y fallo me va a lastimar. Así que intento no hacer swing y fallar, y luego trato de cuidar mi swing y no hacerlo tan duro como usualmente lo hago o tan rápido como suelo hacerlo. Así que, definitivamente ha sido duro”.
Correa dijo que esto ha tenido un efecto dominó de dolor en otras áreas, más notablemente en sus oblicuos, pues evita hacer cosas que dañan su espalda.
Está recibiendo tratamiento continuo, pero el dolor persiste. Usa un rodillo de hule espuma en casa y esporádicamente ha tomado antiinflamatorios.
“Simplemente es un dolor en mi espalda baja que no me permite moverme de manera correcta”, comentó. “Cuando me inclino, cuando giro, Algunas veces cuando despierto y camino en la mañana, sé que no va a ser un buen día”.
A pesar de sus problemas, Correa inició los tres partidos de la serie divisional contra Cleveland y continúa jugando una defensa estelar, algo de lo que se siente orgulloso en momentos en que su bateo no luce. Y aunque apenas se fue de 10-1 contra los indios, su único hit fue uno grande, un jonrón de tres carreras en el tercer juego, y ofreció la esperanza de que tal vez las cosas estén mejorando.
“Siento como que en realidad tuve buenos turnos al bate en la serie contra Cleveland, sólo no tuve suerte con las pelotas que bateé fuerte”, consideró. “Pero esa cayó, y me dio mucha confianza para entrar a esta serie”.
Se le preguntó al manager AJ Hinch si estaba preocupado sobre Correa.
“No ahora”, respondió. “(Tenemos) cuatro días libres. Presionaremos el botón de reinicio. Simplemente no se puede presionar pausa de ninguna manera. Tuvimos muchachos que dieron seis y siete imparables en esa serie, pero tienes que iniciar otra vez, nuevo oponente. Así que eso no me preocupa”.
Correa está concentrado en mantener una actitud positiva mientras soporta esto y está determinado hacer todo lo que pueda para ayudar a los Astros a repetir como campeones.
“Ha sido un año difícil. Pero no es el final del mundo”, dijo. “Continúo machacando todos los días. Me mantengo tratando de ayudar a mi equipo. Pienso que mi defensa este año fue excelente y estoy viendo hacia adelante para ganar otro campeonato y luego tener algún descanso. Y volver el próximo año fuerte y ser el jugador que soy”, concluyó. // AP