Cavani, Cristiano e Icardi regresan a la que un día fue su casa en esta jornada de la Champions League. Allí donde se consagraron como grandes al menos dos de los tres. El uruguayo volverá a Nápoles, el de Madeira a Manchester e Icardi a Barcelona, donde brilló en el juvenil pero no llegó al primer equipo azulgrana.
Cavani, leyenda partenopea
CARLO HERMANN (AFP)
El uruguayo fue clave en el resurgir del Nápoles hasta alcanzar el nivel de hoy en día que le tiene temporada tras temporada compitiendo por el ‘scudetto’ con la Juventus.
Cavani llegó a Nápoles después de empezar a destacar en el calcio con el Palermo donde ya llegó a los 15 goles en la 08/09, en la 09/10 y le valió un traspaso de 12 millones rumbo a San Paolo. Ya en Nápoles, el de Salto se metió por derecho propio entre los mejores delanteros de Europa quedando capocannoniere en la 12/13 con 29 goles en la Serie A acompañado de símbolos del Nápoles actual como Insigne o Hamsik, que siguen brillando en el conjunto partenopeo.
Después de confirmarse como el mejor goleador del Calcio, se mudó a París donde está dejando sus mejores años aunque siempre en un inmerecido segundo plano detrás de las consideradas estrellas (Ibrahimovic, Neymar…). El sueco le obligó a jugar más en banda durante varias temporadas y la temporada pasada ya tuvo tiranteces con Neymar por los penaltis. Aún así, el uruguayo ha sido el máximo goleador de la Ligue 1 las dos últimas temporadas.
Ahora, regresa a Nápoles por primera vez, confirmado como uno de los mejores delanteros de Europa. Su representante ya dijo en Radio Kiss Kiss que será «un partido especial» para el uruguayo.
Cristiano: de promesa a Balón de Oro en Manchester
PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)
Cristiano Ronaldo es el estandarte del último gran Manchester United. Sir Alex Ferguson fue el que apostó por él cuando era un joven aún por hacer que empezaba en el Sporting de Portugal.
Fue el escocés, después de un amistoso entre Sporting y United, el que decidió ficharle y el que se encargó de pulir a uno de los mejores jugadores del considerado fútbol moderno.
En Manchester, Cristiano era un extremo veloz y de excelente regate que además, anotaba con facilidad. Fue creciendo hasta llegar a lo más alto de la cumbre en la 07/08, campeón de Europa y Balón de Oro.
El verano de 2009 llegó a Madrid donde pasó de excelente extremo a delantero de leyenda. Con los blancos regresó una vez a Old Trafford con una camiseta distinta, el 5 de marzo de 2013 en una vuelta de octavos de la Champions League. El portugués sentenció con un gol la eliminatoria. Gol por el que pidió perdón a la grada que le vio pasar de promesa al mejor del mundo.
Su segunda vuelta será vestido como ‘bianconero’ y también supondrá su reencuentro con Jose Mourinho, con el que coincidió en el Real Madrid.
Icardi, juvenil culé y se marchó a Italia
DIARIO AS (DIARIO AS)
Mauro Icardi acabó casi por casualidad en Barcelona. Sus padres emigraron a España en busca de un futuro mejor y su hijo Mauro se enroló junto a sus hermanos en las filas del Vecindario, club de Las Palmas. Después de un torneo, un ojeador del Barcelona avisó del talento goleador del argentino y los culés le reclutaron para su cantera.
El delantero entró en la Masía con 15 años firmando un contrato de varias temporadas con el Barcelona. El argentino prometía en el Juvenil A de División de Honor pero decidió marcharse al fútbol italiano y más concretamente a la Sampdoria, que lo acabó fichando por 300.000 euros del Barcelona.
El rosarino debutó en la Serie B después de destacar en el Primavera (filial) y anotó 10 goles en su primera campaña (12/13) en la Serie A. El Inter le vio como una apuesta de futuro y le acabaría fichando por 13 millones de la Sampdoria.
Con los nerazzurri ha pasado años duros fuera de Europa que le han servido para ir creciendo más alejado de los focos. Con solo 25 años, ya lleva 113 goles con los del Meazza y ahora, afronta un momento de confirmación entre los mejores nueves del fútbol europeo.
La semana pasada decidió un ‘Derby della Madonnina’ contra el Milan y ahora, llega por primera vez al verde del Camp Nou para tratar de dar algún dolor de cabeza al que le dejó marchar de Barcelona a Génova cuando era un prometedor juvenil.
