A la mayoría de las personas les encantan las papas fritas. Ya sea como acompañante de alguna comida o simplemente con alguna salsa, las papas fritas con sal son unas de las comidas más simples, populares y adictivas que el ser humano consume.
Sin embargo, el perjuicio de esta delicia para nuestra salud es sumamente grande. Aunque hay quienes creen que así estén fritas siguen siendo papas y, por ende, saludables, esta forma de pensar está totalmente errada.
El profesor Eric Rimm de los departamentos de epidemiología y nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard T. H. Chan dijo al diario estadounidense The New York Times que las papas son unas «bombas de almidón» y sí están fritas son un «arma de destrucción dietética».
«Las papas se ubican cerca del fondo de los vegetales saludables y carecen de los compuestos y nutrientes que se encuentran en los vegetales de hojas verdes», explicó.
Rimm aseguró que en la piel de la papa es donde se encuentran algunos nutrientes, así que al tomarla, pelarla, cortarla, freír las piezas en aceite y cubrirlas con sal, queso o salsa, «esa bomba de almidón se puede convertir en un arma de destrucción dietética».
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