Con la salida de circulación del bolívar fuerte produce de facto un alza de la gasolina que deja el litro de este combustible en por lo menos 0,025 bolívares soberanos, equivalentes a los ya en desuso 2.500 bolívares fuertes
El incremento de la gasolina ha sido “el coco” de los Gobiernos venezolanos del último medio siglo, sin embargo, de facto se ha producido un ajuste en su precio, porcentualmente muy importante, que se ha ido deslizando sin tener el impacto social al que se ha temido históricamente.
El solo anuncio de un aumento de la gasolina en 1989, fue el detonador de una reacción social que terminó en lo que ha sido un hito conocido como “El Caracazo”.
Desde ese momento la decisión de ajustar los precios de la gasolina, ha tenido este evento como referencia, lo que ha inhibido las decisiones en este sentido.
Hoy, la hiperinflación ayuda a pasar un incremento que sonaría brutal a quienes recuerdan los hechos de los ya lejanos 27 y 28 de febrero de 1989.
De hecho
Hasta antes de la reciente reconversión monetaria, llenar un tanque de gasolina de 40 litros, costaba el equivalente a 40 bolívares fuertes. Esto implicaba que la gasolina más cara en el país costaba el equivalente 1 bolívar fuerte.
Al producirse la reconversión y sacar de circulación la mitad del antiguo cono monetario y dejar como mínimo valor el billete de BsF 1.000, el precio del combustible se ajustó de hecho.
El pago mínimo en las estaciones de servicios era de BsF 1.000. En el caso de llenar totalmente el tanque de 40 litros el precio del litro de gasolina pasó a costar BsF 25, es decir un incremento de 24 bolívares equivalentes a 2.400 %
Con la salida de circulación de todo el cono del bolívar fuerte el pago mínimo que se puede hacer es con la moneda de 1 bolívar soberano. Es decir, que para llenar un tanque de 40 litros de gasolina se pagaría con este monto, lo que dejaría el litro en un precio de 0,025 bolívares soberanos. Si lo llevamos al cono monetario anterior para lograr hacer la comparación, el precio del litro sería de BsF 2.500.
En términos porcentuales el incremento comparado con el 20 de agosto, que entró en vigencia la reconversión monetaria es de 10.000 %, pero si se hace la comparación con el de 1 bolívar fuerte de antes de la reconversión, hoy se pagará 250.000 % más que en ese momento.
Este incremento, que resulta “brutal” en términos porcentuales, no ha generado ningún efecto sobre la variable inflación, ya que el fenómeno hiperinflacionario se ha lo tragado.
¿Quién se impone?
Consultado el economista y especialista petrolero Rafael Quiroz sobre el aumento de facto que se ha producido en el precio de la gasolina como consecuencia de la reconversión monetaria, es de la opinión de que hoy por hoy no hay venezolano que esté en desacuerdo con un incremento de su valor en el mercado interno.
“Este subsidio implícito que brinda el Estado al combustible automotor en una herencia de la Venezuela rentística del petróleo, ya sea a través de la moneda líquida o mediante el subsidio, que en el caso de la gasolina es regresivo y no progresivo, y por consiguiente, a quienes más favorece no es precisamente a quienes tienen menores ingresos”, comenta.
Quiroz precisa que es una verdad que el 78 % del parque automotor, que hoy día sobrepasa los 5 millones de vehículos —independientemente de que entre el 20 %y el 25 % permanezca paralizado por la situación de la economía nacional— está en manos de los más pudientes, y que adicionalmente el bajo costo de la gasolina conduce a su derroche y atenta contra lo que debe ser un adecuado patrón de consumo interno.
Añade: “Otras estadísticas señalan que solo el 7 % de la población venezolana que recibe entre uno o dos salarios mínimos, tiene vehículos. Esto demuestra que ese subsidio regresivo no es equitativo en términos de justicia social como lo predica este Gobierno que se precia de ser socialista y que promueve la justicia social, sino resultado de una herencia de la renta petrolera en manos de un Estado que todo lo subsidia, lo regala o lo ofrece a bajos precios”.
—¿Considera usted que este aumento de facto es inflacionario?
—No, porque la velocidad que lleva la hiperinflación echa al suelo, incluso en 48 horas, los resultados que se hagan sobre el aumento de precio de cualquier producto, bien o servicio.
—¿Qué podría ocurrir si el Gobierno decreta entonces un aumento oficial del precio de la gasolina, que incluso podría compararse con su valor internacional?
—No creo que se llegue a este extremo, porque alguna ventaja debe obtener el país por ser productor de petróleo y sus derivados.
Creo, sí, que debería ajustarse a un precio que supere sus costos de producción. Estudios revelan que Venezuela ha perdido al paso de los últimos siete años, sobre los 12 mil millones dólares solo por concepto de producción de gasolina.
Y si a ello agregamos el subsidio y los costos de oportunidad por no vender combustibles a precios internacionales allende las fronteras, estamos hablando de cerca de 23 mil millones de dólares en pérdidas.
Además, Pdvsa gasta diariamente sobre los 500 mil dólares solo para mantener la operatividad de las estaciones de servicio de todo el país, lo que se traduce en 15 millones de dólares cada mes y 180 millones de dólares cada año.
Contrapunto.com