Una niña de siete años procedente de Guatemala murió la semana pasada mientras estaba detenida por la policía fronteriza de Estados Unidos, según informó The Washington Post citando fuentes oficiales de este cuerpo. La niña cruzó la frontera de forma irregular junto con su padre y un grupo grande de inmigrantes, se presume que no había comido ni bebido durante días.
El pasado 6 de diciembre, sobre las diez de la noche, un grupo de 163 inmigrantes se entregó a los agentes de fronteras al sur de Lordsburg, Nuevo México. Alrededor de ocho horas después de ser detenida, la niña comenzó a sentir mareos. El informe de la policía indicó que la emergencia sucedió a las 6.25. Según un comunicado del cuerpo, la menor “no había comido ni bebido agua durante varios días”. Cuando llegaron los servicios de emergencia, tenía una fiebre de 40,9 grados.
La niña fue trasladada en helicóptero desde Lordsburg hasta un centro médico de El Paso. Allí entró en paro cardiaco, pero “fue revivida”, según el diario. “Sin embargo, la niña no se recuperó y murió en el hospital menos de 24 horas después de su traslado”. El padre se encuentra en El Paso. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, siglas en inglés) ha abierto una investigación para asegurarse de que se siguieron todos los protocolos.
Un portavoz de CBP, Andrew Meehan, expresó al Post las condolencias de la agencia hacia la familia de la niña. “Los agentes de la Patrulla Fronteriza tomaron todas las medidas posibles para salvar la vida de la niña en las circunstancias más difíciles. Como padres y madres, hermanos y hermanas, nos solidarizamos con la muerte de cualquier niño”.
La zona donde ocurrieron los hechos es una de las más peligrosas para cruzar irregularmente a Estados Unidos, pues la frontera está lejos de única la carretera principal y de cualquier punto poblado, a los dos lados. No se sabe con exactitud por dónde cruzó el grupo de 163 personas. Normalmente, los traficantes de personas mantienen a los grupos en casas seguras en pequeñas localidades en México hasta que ven la oportunidad de pasar. No es raro que los inmigrantes se adentren en el desierto engañados, convencidos de que llegarán a una gran ciudad en pocas horas. Cada año, las condiciones extremas de algunas partes de la frontera se cobran decenas de vidas.
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