En Caracas, el adviento tiene nombre y se llama “Pacheco”. Con él llega la neblina en una temporada particularmente fría, cargada
Desde los primeros días de diciembre más vale estar abrigado, el frío arrecia y cala en la piel de los caraqueños. En esta época, a un paso de la Navidad la gelidez del clima tiene nombre y rostro propios. Todos se aferran los brazos con las manos en busca de calor y exclaman con voces que tiritan: ¡Llegó Pacheco!
La temporada de adviento, que da inicio a la Navidad, llega todos los años en Caracas con una particular frescura. Y es que el clima suele bajar drásticamente, lo que conduce a los pobladores a usar una célebre frase muy propia de diciembre: ¡Llegó Pacheco
de flores y un verdor esplendoroso que da la bienvenida a la época decembrina, reseña el portal Aleteia.
El origen de la tradición de «Pacheco»
Su simpático origen nace con un floricultor de Galipán, quien vivía en el borde del Ávila, el enorme pulmón vegetal que separa el clima de montaña del ofrecido por la costa venezolana.
Cuenta la historia, que cada diciembre el señor “Pacheco” llegaba a la Plaza Bolívar de la capital venezolana escapando del frío que se sentía en las verdes montañas. Llegaba siguiendo el Camino de los Españoles y entraba por La Pastora.
Una vez allí, aprovechaba para vender hermosas flores en las cercanías de una populosa Iglesia de la zona, mientras descansaba del viaje. Así, la gente terminó por asociar la llegada del vendedor de flores con la época más fría del año, entre los meses de noviembre y enero, lo que con el paso de los años se vinculó a la Navidad.
Al ver al simpático abuelo, los caraqueños expresaban: Llegó Pacheco o bajó Pacheco y de esa forma se asociaba a las gélidas temperaturas que venían de las montañas.
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