Ante la escasez del suministro de combustible, una vez más se ha puesto de manifiesto la venta de puestos como antes hicieron malhechores en las colas de los bancos donde cobraban las pensiones los ancianos, también en las ventas de baterías para vehículos, y así en otras situaciones donde este modus operandi han utilizado delincuentes que se aprovechan de las necesidades del pueblo.
En las gasolineras las personas decentes madrugan para estar ocupando sus lugares en las colas desde las 4: 00 de la madrugada e incluso otros duermen allí porque ya no les queda gasolina para ir a su casa y regresar.
Lo deplorable es que al llegar la gandola a mediados de la mañana, aparecen otras personas apadrinadas por malandros armados que amedrentan a los que hicieron su cola ordenadamente y los atropellan para meter en los primeros puestos a quienes les cobraron altas cantidades de dinero para asegurarles que iban a pasar sin tener que madrugar, todo lo cual ocurre ante la mirada indolente de las autoridades que deberían imponer el orden y el respeto a los ciudadanos de buen comportamiento cívico.
Desde el diario El Luchador, donde recibimos estas denuncias a cada momento, hacemos un respetuoso llamado a las autoridades competentes para que pongan orden en la ciudad y cesen los abusos que dejan a los ciudadanos en condiciones de impotencia para hacer valer sus derechos ante la arremetida de la violencia que saca partida cada vez que se presentan situaciones como estas y parecidas a estas.
Redacción