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miércoles, noviembre 27, 2024

Bolivarenses se las ingenian para sustituir proteínas ante altos costos

Debido a los altos costos en las diferentes proteínas, quienes perciben un salario mínimo y no poseen otra fuente de ingresos en Ciudad Bolívar, han optado por sustituir las carnes rojas y blancas, e incluso hasta los huevos y queso, por otras variantes con las que puedan alimentarse.

El equipo reporteril del diario El Luchador se trasladó a distintos puntos de la ciudad y recogió diversos testimonio que muestran el ingenio de los bolivarenses en la búsqueda de alternativas para “no dejar de comer” en tiempos de crisis.

“Comprar carne o pollo es algo difícil porque un kilo de carne de primera no te baja de los 50 mil bolívares. Entonces aumentó el salario a 300 mil pero eso aún no lo hemos percibido, dime tú ¿qué compro con mi sueldo de 40 mil bolívares? No me alcanza”, expresó el señor Carlos Bermúdez.

A la fecha un kilo de carne de primera oscila entre los 46 mil a 48 mil bolívares, la carne de segunda tiene un valor de 45 mil, mientras que el kilo de pollo se encuentra entre 31 mil a 45 mil bolívares. Otros productos como el queso y los huevos pueden llegar a costar entre 57 mil a 60 mil bolívares y 75 mil bolívares, respectivamente.

“Yo compro aliños y en la casa lo que comemos es lentejas de las que viene en la caja del Clap porque no tengo para comprar ni carne, ni pollo. Y para el desayuno y la cena, hago bollitos aliñados o panquecas pero ya no le echamos queso, ni nada de eso, las mojamos con café cuando hay”, detalló María Rodríguez.

“Mi esposa se ha vuelto una experta en preparar cualquier cosa con lentejas, porque esta crisis nos ha puesto creativos y ya no comemos como antes. Ella hace croquetas, sopa, arroz con lentejas, y así vamos saliéndole al paso a la situación. Lo importante es no quedarnos con el estómago vacío”, expresó Luis Rivas.

“Yo gano es un salario mínimo y lo que hago es que compro que si medio kilo de carne molida, un poquito de papa y unas zanahorias y lo rindo, pero eso es como para dos comidas, en mi casa somos tres personas”, dijo Ingrid Paredes.

“Es deprimente porque si compras la carne no puedes comprar el pollo, es más no te alcanza para comprar los aliños o el arroz, y  no vamos a comernos la carne sola”, expresó Karla Pérez.

Con desaliento, otros esperan un nuevo aumento en los diferentes rubros una vez se comiencen a percibir el nuevo salario mínimo fijado en 300 mil bolívares.

“Cuando me cae un bono es que compro un poquito de carne. Lo que hago es venir y comprar unos huevitos detallados, un pedacito de queso. Y la mayoría de las veces compro sardinas frescas, aunque empecé comprándolas en 2 mil 500 y ya las estoy pagando a 6 mil 500. Vamos a ver cómo se va a poner esto cuando empecemos a cobrar los 300 mil de salario”, apuntó Carmen Gómez.

“Es lamentable que la vida se nos haya reducido a pensar solo en qué vamos a comer. En la casa nos las ingeniamos sembrando aliños, yuca, tenía unas gallinas y nos las hemos ido comiendo porque yo no puedo comprar como antes tres o cuatro kilos de carne, pollo, pescado; y estoy seguro que cuando empecemos a cobrar el sueldo nuevo todo va a aumentar y vamos a quedar en las misma o peor”, agregó José Aular.

“Yo me voy al rio y algo pesco para llevar a la casa. Tengo hijos pequeños y no los voy a dejar morir de hambre”, apuntó Carlos García.

“Hago carne mechada con la concha del plátano, y para el desayuno y la cena arepa de maíz pilado con la carne que te estoy diciendo. A veces una vecina me ayuda con verduras que le traen los hijos del campo, pero ya no podemos comer como antes, nos estamos poniendo flaquitos”, dijo Rosa Ramos. Redacción/GB

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