El colectivo japonés de arte digital TeamLab transformó un bosque caducifolio al oeste de Tokio en una obra de arte interactiva que se cambia no sólo con el pasar de las estaciones, sino con la presencia de las personas.
El proyecto más reciente de los japoneses, materializado en una exposición permanente en el Musashino Woods Park y bautizado como «Resonating Life in the Acorn Forest» (La vida que resuena en el bosque bellotero), usa la tecnología digital para presentar la naturaleza en forma de arte sin tener impacto físico sobre ella.
En la exposición, inaugurada este mes de agosto, se han instalado esculturas ovoides de color metálico dentro del bosque de robles y otros árboles belloteros, que durante el día reflejan la luz natural y sus alrededores.
Cuando se pone el sol los ovoides brillan con un leve parpadeo y, si se mecen, ya sea por el viento o la acción de un visitante, se mueve y resuena mientras emite un color específico para cada sonido.
Los ovoides a su alrededor responden uno tras otro iluminándose del mismo color, mientras bañan con esa luz a los árboles circundantes, transformando el entorno continuamente con hasta 57 colores distintos.
EFE