Según el artículo publicado por la página web Biotrendies, se entiende por necesidad nutricional, las cantidades de nutrientes esenciales y de energía que cada persona necesita para conseguir que su organismo se mantenga sano y pueda así llevar a cabo cada una de sus funciones. De esta forma, explican que los requerimientos nutricionales dependen del sexo, de la edad, de la actividad física y del estado fisiológico (embarazo, lactancia, etc.) de cada persona y únicamente pueden controlarse por medio de una alimentación variada y equilibrada.
Biotrendies cita a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el cual le da el término de “nutrientes esenciales”, denominado así porque el organismo no es capaz de producirlos por sí mismo y debe recibirlos a partir de los alimentos. Asimismo señalan que el exceso o la deficiencia de cualquiera de estos nutrientes pueden provocar enfermedades y afecciones de diversa consideración, por lo que resulta fundamental asegurarse de que todas las necesidades nutricionales quedan cubiertas en cada una de las etapas de la vida.
Dicho artículo continua explicando que las necesidades nutricionales de cada persona vienen determinadas por la cantidad de cada uno de los nutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua) que necesita ingerir habitualmente para mantener un estado nutricional adecuado, prevenir la aparición de enfermedades y proteger su ritmo normal de desarrollo y crecimiento, lo que indica que nuestro cuerpo necesita consumir a diario 6 nutrientes esenciales para construir y mantener una función saludable:
Carbohidratos o hidratos de carbono: aportan principalmente energía e incluyen almidones, azúcares y fibra dietética. Los podemos encontrar en alimentos como el pan, el arroz, la avena, la patata, etc.
Proteínas: constituyen la base para construir y reparar los tejidos corporales (huesos, músculos, piel), producir defensas contra enfermedades y proporcionar energía al organismo. Podemos diferenciar entre proteínas animales (presentes en el pescado, la carne, el marisco, leche, yogur, queso y huevos) y proteínas vegetales (cereales y legumbres, principalmente).
Grasas: son sustancias que, en pequeña cantidad, proporcionan ácidos grasos esenciales para el crecimiento de los tejidos, el desarrollo del cerebro y de la visión. También proporcionan energía al organismo y participan en el transporte de las vitaminas liposolubles A, D, E y K. Están presentes en la mantequilla, la yema del huevo, las galletas dulces y saladas, el chocolate, etc.
Vitaminas: resultan fundamentales para la defensa contra enfermedades, el crecimiento de los tejidos, la conversión de los alimentos en energía, etc.
Minerales: esenciales para mantener una estructura ósea saludable y favorecer el transporte de oxígeno hasta las células, principalmente.
Agua: se trata del elemento esencial para la vida y sus principales funciones son el mantenimiento de la temperatura corporal, el transporte de los nutrientes a las células y la eliminación de los elementos de desecho del organismo.
También es preciso recalcar que los requerimientos nutricionales de un niño no son los mismos que se pueden apreciarse en la alimentación para personas de la tercera edad, como tampoco en la dieta de una mujer embarazada o en la de un deportista de alto rendimiento. Y es que, tal y como revela la Organización Mundial de la Salud (OMS), una buena nutrición (una dieta equilibrada combinada con ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud.
Redacción E/A