El Ministerio español de Asuntos Exteriores reiteró que «no reconoce» ni el gobierno, el cual tildan de «régimen» del presidente Nicolás Maduro, asi como tampoco reconoceran las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre en el país, por «no garantizar unos principios básicos democráticos».
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica de España, Cristina Gallach, fijó esta postura durante su comparecencia en la comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado español, en la que expuso las líneas generales de su departamento.
Al referirse a Venezuela, Gallach se felicitó de que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez haya demostrado «ser capaz de hablar con todos» los actores involucrados y que «en los momentos más difíciles pasa los mensajes y actúa».
«En ningún momento dejamos de decir lo que pensamos y, además, actuamos», dijo.
Respecto a la decisión de sustituir al embajador en Caracas, Jesús Silva, por un encargado de negocios, un puesto de categoría diplomática inferior, Gallach lo justificó en que el Gobierno español «no reconoce el régimen de Maduro».
A su juicio, el encargado de negocios «es una fórmula adecuada para el trabajo que tiene que hacer, pero manda un mensaje», en línea con la estrategia adoptada por otros socios europeos.
La secretaria de Estado insistió en que España tampoco reconoce los comicios del 6 de diciembre, porque «no garantizan los principios básicos democráticos que deben de tener».
A pesar de ello, aseguró que la voluntad del Gobierno español es «la promoción de la democracia» y trabajar con unos y otros para que haya «una solución política dialogada entre los venezolanos que resulte en la celebración de elecciones legislativas y presidenciales elecciones justas y democráticas».
Normalizar con Cuba y Nicaragua
Gallach se refirió también a Cuba y al empeño del Ejecutivo español en «normalizar y reequilibrar» la relación bilateral y de dotarla de «mayor contenido».
No obstante, admitió que existen «persistentes y sustantivas diferencias en lo relativo a los derechos humanos y las libertades fundamentales».
En cuanto a Nicaragua, apremió a recuperar la vía del diálogo para iniciar un proceso de reforma electoral a través de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Un objetivo que, según la secretaria de Estado, requiere «la participación de todos los actores políticas implicados hasta llegar a unas elecciones, justas, libres y transparentes».
«En estos momentos, hay que admitir que no estamos avanzando de la manera que queríamos, pero no por ello no debemos pensar que no es posible», apuntó Gallach, para quien las violaciones de los derechos humanos es «un camino inaceptable».
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