Los contagios y muertes por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) se mantienen a la baja en gran parte de las Américas por octava semana consecutiva, pero las medidas de salud pública deben mantenerse, advirtió ayer miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«El progreso en nuestra región no es una razón para volverse complaciente o discontinuar las medidas de salud pública que ayudan a mantenernos protegidos», enfatizó el subdirector del organismo, Jarbas Barbosa.
El funcionario afirmó durante una sesión informativa semanal sobre la COVID-19 para los medios de comunicación que «es fundamental que mantengamos el rumbo hasta que todo el mundo esté vacunado y protegido contra el virus».
La OPS dijo a través de un comunicado que en la última semana los países de la región informaron más de 745.000 nuevas infecciones por COVID-19 y algo más de 18.000 muertes.
«Estados Unidos, Canadá y México reportaron un descenso de los casos y las muertes, y se han producido reducciones similares en la mayoría de los países de América Central y del Sur», indicó el organismo continental.
Barbosa destacó que gracias a los sólidos sistemas de inmunización de la región, se han administrado 1.200 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 y el 46 por ciento de la población está ya totalmente vacunada.
Al menos 32 países de la región ya han alcanzado el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacunar al 40 por ciento de la población para finales de 2021, y varios más están en camino a lograrlo, aunque algunos siguen sufriendo retrasos en sus campañas.
«La inequidad en la vacunación sigue siendo el mayor obstáculo para alcanzar nuestros objetivos de cobertura», sostuvo Barbosa, que enfatizó que las medidas de salud pública son «nuestra mejor estrategia para reducir la transmisión de la COVID-19 y salvar vidas».
El funcionario señaló que la vacunación, combinada con medidas eficaces de salud pública, «sientan la mejor base para que los países reduzcan la circulación del virus y, en última instancia, vuelvan a poner en marcha sus economías y sociedades».
En el caso de Argentina, el país sudamericano registró su primer caso de COVID-19 en marzo de 2020 y acumuló hasta el miércoles 5.292.549 contagios y 116.029 decesos, mientras lleva aplicadas 61.100.127 vacunas contra la enfermedad desde diciembre, cuando inició la campaña de inoculación.
Xinhua