En estos momentos en Italia no existe prácticamente ninguna limitación más allá del uso de la mascarilla en espacios cerrados y la obligación de mostrar en los lugares de ocio o el puesto de trabajo el certificado sanitario, que atestigua la vacunación, la negatividad o el haber pasado la enfermedad.
Italia confirmó este miércoles 10.172 nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 horas, superando el umbral de los diez mil por primera vez desde mayo, según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad.
Con el nuevo dato de infecciones, que no se veía desde las 10.176 del 8 de mayo y confirmado con medio millón de pruebas, ascienden a 4.883.242 las personas que han contraído el Sars-CoV-2 en Italia desde que se desatara la pandemia, en febrero de 2020.
Los decesos en las últimas 24 horas fueron 72, frente a los 74 del balance anterior, un aumento que sitúa el balance provisional en 132.965 fallecidos en Italia durante toda la crisis.
Por el momento los hospitales están lejos de dar señales de saturación, aunque los números van al alza. Los ingresados son 4.060, noventa más que ayer, mientras que 486 se encuentran en cuidados intensivos, seis más.
De hecho todas las regiones del país están catalogadas como «zona blanca», la más laxa de las cuatro, que determinan el grado de restricciones en función de los datos de contagios y hospitalarios, del blanco al rojo, pasando por el amarillo y el naranja.
Un escenario que sin embargo podría cambiar, pues algunas regiones como las norteñas Friuli-Venecia-Julia, Veneto, Ligura o Valle de Aosta empiezan a suscitar preocupación.
La ministra para Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini, descartó «por el momento» nuevas restricciones, si bien aseguró que el gobierno irá valorando el escenario y decidiendo caso a caso.
El Nacional