La Asamblea Nacional de Venezuela está afinando un primer borrador del proyecto de ley de «energías alternativas» que circula entre los empresarios.
El diputado Oscar Ronderos, segundo vicepresidente de la Comisión de Energía y Petróleo, dice que una versión más completa será presentada al Legislativo en enero y aprobada en el primer semestre de 2022.
«Esta ley liberará el petróleo para la exportación… y proporcionará un mecanismo para la autogeneración, y, en una segunda etapa, se podría permitir la posibilidad de la venta privada de electricidad», dijo Ronderos a Argus.
Según el proyecto de ley, el gobierno elaborará un plan nacional de energías alternativas en los 90 días siguientes a la aprobación de la ley. Mientras tanto, la Asamblea ha abierto un registro para que los interesados puedan participar en el proceso legislativo.
La empresa estatal venezolana Corpoelec tiene unos 18 Gigavatios (GW) de generación operativos, la mitad de su capacidad instalada, según Ronderos.
El parlamentario afirma que el país necesita 40 Gigavatios (GW) para hacer frente al futuro crecimiento económico. La represa de Guri representa alrededor del 80 % de la generación, y el resto proviene de plantas térmicas que queman petróleo o gas natural. La transmisión de la producción del Guri desde el sur de Venezuela a los estados occidentales es una de las debilidades crónicas de la red. La sequía es otro problema recurrente. Los apagones generalizados son habituales.