En Venezuela, donde más del 50% de los pagos se hacen en divisas, se empezó a aplicar un nuevo Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) que grava con una alícuota de 3% los pagos en moneda extranjera, sin que la mayoría de los comerciantes sepa cómo proceder ni tengan medios para cumplir con la orden del Ejecutivo.
El IGTF afecta, según la Gaceta Oficial, a «las personas naturales, jurídicas y las entidades económicas sin personalidad jurídica, por los pagos realizados en moneda distinta a la de curso legal en el país, o en criptomonedas o criptoactivos diferentes a los emitidos por la República Bolivariana de Venezuela».
Pero el desconocimiento y la falta de información, sumados a que los sistemas de cobro no están adaptados para dar cumplimiento a la nueva norma, han llevado a algunos establecimientos a suspender, temporalmente, el cobro en divisas.
Una cadena nacional de comida rápida difundió un comunicado para informar a sus clientes que se vio imposibilitada, «momentáneamente, para recibir pagos en divisas».
La justificación fue que se encontraba «en la fase final de adaptación y adecuación de todos» sus sistemas, a fin de «dar fiel cumplimiento a la referida norma».
Asimismo, la administración del estacionamiento privado de un centro comercial en Caracas informó a sus clientes que no estaba aceptando divisas para el pago del ticket.
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