Las Fuerzas de Defensa Nacional de Sudáfrica, señalaron que los militares se ocuparán de levantar alojamientos temporales para los afectados y prestarán apoyo a los equipos médicos en el área. También se encargarán de prever agua potable y el apoyo técnico para restablecer la electricidad.
«Este desastre humanitario pide un esfuerzo de asistencia urgente y masivo. Las vidas, la salud y el bienestar de miles de personas aún están en riesgo», comunicó el mandatario a través de un mensaje televisado, debido a que las inundaciones han causado un gran daño social y económico.
«Esta noche somos una nación unida en nuestro dolor. Somos una nación unida en nuestra determinación de asistir a los que han perdido sus hogares y posesiones, a los que están en desesperada necesidad de comida, agua y refugio», afirmó Ramaphosa. Las zonas más afectadas fueron las rurales cuyas casas fueron arrasadas casi completamente, por deslaves y el agua.
Los registros oficiales más recientes, cifran 443 muertes y 63 desaparecidos. La cantidad de personas afectadas ronda las 40.000 y varios hogares fueron desvastados, mientras que otros 83.000 están parcialmente destruidos.
WTC Radio