En un reciente estudio publicado en la revista Antiquity, un equipo de arqueólogos reveló el descubrimiento de un antiguo complejo subterráneo bajo una casa de Turquía, en el que yacían obras de arte de estilo asirio.
El complejo subterráneo fue encontrado por la Policía en 2017 después de seguir un túnel secreto que había sido cavado por saqueadores desde una casa vecina de dos pisos, en el pueblo de Başbük (sureste de Turquía).
Los saqueadores fueron posteriormente detenidos y no parece que hayan dañado el valor patrimonial del complejo, donde habían tallas que mostraban una procesión de al menos seis deidades, incluidos el dios del trueno y la lluvia Hadad, el dios de la luna Sin y la diosa de la fertilidad Atargatis.
«Me sentí como si estuviera en un ritual. Cuando me enfrenté a los ojos muy expresivos y al rostro majestuoso y serio del dios de la tormenta Hadad, sentí un ligero temblor en mi cuerpo», aseguró Mehmet Önal, autor principal del estudio y director de arqueología de la Universidad de Harran.
Tanto el complejo subterráneo —que consta de pasajes, escaleras y galerías excavadas en el lecho de roca— como las tallas de las deidades, parecen inacabados, y los investigadores especulan que la construcción se detuvo de forma abrupta, probablemente a principios del siglo VIII a. C.
El coautor del estudio y filólogo de la Universidad de Ciencias Sociales de Ankara, Selim Ferruh Adalı, sugiere que la construcción de complejo fue ordenada por Mukīn-abūa, quien hace unos 2.700 años gobernó la capital provincial de Tushan, a unos 144 kilómetros de la actual Başbük.
Tal suposición se basa en una inscripción al lado de las tallas que muestra un nombre parcial, que los investigadores creen que dice «Mukīn-abūa».
El investigador también señala que las inscripciones están escritas en arameo y dan los nombres arameos de los dioses, en lugar de sus nombres asirios.
«Lo que encontramos es principalmente simbolismo arameo, fusionado con el estilo asirio», explica Adalı, agregando que la mezcla deliberada puede haber sido un intento de los distantes gobernantes asirios de integrarse con los líderes locales, en lugar de gobernar por la fuerza.
Por ahora, los arqueólogos pretenden continuar las excavaciones en el complejo para arrojar más luz sobre su historia.
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