Ariel Fox es una estadounidense de 29 años que invierte en criptomonedas desde finales de 2020 y platicó a Business Insider sobre algunos mitos populares. Añadió que no le preocupa en absoluto el reciente desplome de los precios.
Sus inversiones bajaron desde sus máximos históricos y aún así el valor de sus participaciones es superior a lo que invirtió inicialmente.
«Sabía por la escuela que las mujeres tienen más probabilidades de caer en la pobreza cuando envejecen y se jubilan porque no invierten al mismo ritmo que los hombres», dice Fox. «Me empeñé en aprender más sobre el tema, aunque era muy intimidante. Pensé que si otras personas se dedican a ello y se hacen ricas, ¿por qué yo no? Debería aprender más sobre esto porque soy capaz de aprender más sobre esto».
Dicho esto, Fox añadió que no habla de ser una inversionista en criptodivisas a menudo debido a las ideas erróneas que otros tienen sobre la «comunidad criptográfica» y lo que realmente es esta nueva clase de activos. Dice que hay tres grandes mitos erróneos que mucha gente tiene sobre las criptomonedas.
1. «Todos son criptobros»
Fox, una mujer homosexual que defiende políticas progresistas, trabaja para una organización sin ánimo de lucro y tiene un título en estudios de género y sexualidad, indica que ella no es un caso atípico en el mundo de las criptomonedas; hay muchos inversionistas que rompen el molde de un «típico» criptobro —que podría traducirse como colegas de criptoactivos.
«La publicidad de las criptomonedas es nefasta», dice Fox. «La gente cree que Elon Musk representa el mundo de las criptomonedas. Cuando empecé a interesarme por el cripto, Elon Musk no estaba tan ligado a ello en absoluto».
Fox señala que, originalmente, mucha gente vio las criptomonedas como una alternativa al sistema bancario tradicional, y atrajo a muchas comunidades que se sentían quemadas por ese sistema.
«La gente se pasaba revistas sobre las criptomonedas», apunta Fox. «Leí cosas como Queer’s Guide to Cryptocurrency, sobre cómo tomar el control de tus finanzas lejos de esos grandes tipos financieros que trabajan en Wall Street y cómo podemos crear una renta básica universal a partir de los beneficios de las criptomonedas, y cosas así. Parecía algo mucho más social que ahora».
Fox admite que, aunque todavía existen esos inversionistas en criptomonedas, el sector ha cambiado mucho en los últimos años y la cultura que las rodea es algo diferente.
Sin embargo, añade que cree que «sería beneficioso para la gente aprender más sobre la historia de las criptomonedas y no tomar todo lo que leen al pie de la letra».
2. «Es dinero falso»
Fox explica que la idea de que las criptomonedas son dinero falso solo es cierta si se considera que todas las monedas son «falsas».
«No diría necesariamente que eso está mal porque, ya sabes, el dinero también es ‘dinero falso’», añade Fox. «Es una construcción social —algo que nos inventamos— al igual que el dólar estadounidense».
La manera en que las criptomonedas obtienen su valor puede ser complicada de entender, pero una explicación básica es que obtienen su valor del entendimiento mutuo entre quienes las intercambian para que tengan valor. Por otro lado, el dólar estadounidense es una moneda fiduciaria, lo que significa que obtiene su valor del hecho de que es emitido por el Gobierno de Estados Unidos, y que la gente confía en su solvencia.
Tanto las criptomonedas como las monedas fiduciarias están sujetas a la oferta y la demanda, lo que hace que sus valores fluctúen.
«Mientras valoremos el oro, vamos a poder utilizarlo para comerciar», agrega Fox. «Mientras valoremos el dólar, lo vamos a usar para comerciar; y mientras la gente valore las cripto, las vamos a usar para comerciar».
3. «Es como apostar»
Otra mito que Fox escucha sobre el trading con criptomonedas es que son parecidas a los juegos de azar.
Esta idea proviene del hecho de que los precios de varias criptomonedas pueden fluctuar mucho de un día a otro y que son susceptibles a caídas masivas, como el desplome que acaba de ocurrir hace unas semanas.
Esto es otra cosa que asegura que es cierta, pero solo si se admite que otras formas de inversión también son como juegos de azar.
«Incluso la inversión inmobiliaria: no se sabe lo que va a pasar cuando se invierte», dice Fox. «Es algo injusto describir las criptomonedas solo como especulativas, pero no las acciones, ni otros tipos de inversiones. Todo es realmente especulativo».
Una cosa que hay que tener en cuenta es que las criptomonedas —porque están en sus inicios— no están reguladas en general por los Gobiernos o los bancos centrales. Las acciones, en cambio, están reguladas por diferentes organismos en cada país y están sujetas a un mayor escrutinio legal.
Sin embargo, cada vez más autoridades regulatorias hablan de la necesidad de empezar a regular las criptomonedas y es posible que haya nuevas normativas en un futuro próximo.
Fox dice que hay muchas críticas a las criptomonedas que cree que vale la pena señalar. Está de acuerdo en que hay que preocuparse por el impacto de la minería de criptomonedas en el medio ambiente.
Sin embargo, añade que los críticos de las criptodivisas no reconocen que 74% de toda la minería y las transacciones de bitcoin se alimentan de fuentes de energía renovables, según un estudio realizado en junio de 2019 por la empresa de gestión de activos digitales y de investigación CoinShares.
Fox cree que muchos de los problemas actuales de las criptomonedas provienen del hecho de que es una tecnología muy nueva y que llevará tiempo perfeccionarla y ajustarla para frenar algunos de sus impactos más negativos en el mundo. «El bitcoin se inventó en 2009; todavía es relativamente joven en comparación a una moneda tradicional», concluye Fox. «La crítica es necesaria para darle forma en el futuro».
Business Insider