El calor abrasador que experimentan Pakistán y la India, con temperaturas que rozan los 50 grados, uno de los peores veranos de los países del sur asiático en más de un siglo que amenaza con daños todavía incalculables a sus cultivos y su seguridad alimentaria.
Las ciudades de Dadu y Sibbi, de las provincias paquistaníes de Sindh y Balochistán respectivamente, registraron máximas de 48 grados en medio de una ola de calor que comenzó el pasado 4 de junio, dijo a EFE Zaheer Babar, director del Centro Nacional de Meteorología de Pakistán.
Similares condiciones afectan también la capitalina Islamabad, y las provincias de Punjab, Khyber Pakhtunkhwa, y Cachemira.
En medio de la ola de calor, los cortes de energía de hasta ocho horas en las áreas urbanas de gran parte del país y de ocho a 12 horas en las regiones rurales hacen aún más complejo el manejo de la situación para los ciudadanos.
EFE