Marilyn Luis /Ciudad Bolívar
La “viruela del simio” empieza a preocuparnos, los estragos psicosociales con los que aun lidiamos, por la pandemia por COVID 19, nos mantiene en alerta ante los contagios recientemente detectados del virus que ya presenta focos importantes de transmisión en varios países de Europa, y también en Canadá, Estados Unidos y Australia, esta semana en nuestro país ya fue anunciado el primer caso de un paciente procedente de Madrid (España), que llegó a Maiquetía y de inmediato fue aislado por poseer síntomas de contagio.
El doctor Julio Castro, infectólogo venezolano, destacado por su labor investigativa en torno al SARS COVID 19 durante los dos últimos años, informó a través de sus redes sociales sobre los datos que debemos saber en torno a este virus que, accidentalmente fue contagiado en monos, pero su hábitat natural está en los roedores. El contexto histórico se remonta a la década de 1970, en África, y se presume que viajeros de distintos países llegaron a destinos como Nigeria, Costa de Marfil, República del Congo, y volvieron contagiados de esta viruela a sus países de origen después de haber tenido contacto directo con animales infectados, en prácticas como la cacería, excursiones turísticas, safari.
“El contagio en humanos fue accidental (…) es parecida a la viruela humana, y el dato que nos arroja al tratarse de zoonosis es que no es erradicable, como la viruela en humanos (erradicada gracias a la vacuna), porque tiene un huésped animal (no recibe vacuna), y por ende siempre habrá picos de infección, como ahora que hay transmisión de humanos a humanos”, comentó el Dr. Castro, confirmando que en la década del 2000, ya hubo un foco de contagio en Estados Unidos, cuando roedores portadores del virus, descendieron de los barcos provenientes de otros continentes, e infectaron a los perros de pradera de una comunidad, animales domésticos que transmitieron el virus a humanos”.
Actualmente se estudia cuál fue el foco de contagio, “no hay una fuente única (…) al parecer el contagio en esta oportunidad comenzó en una fiesta que hubo en las Islas Canarias”.
La noticia alentadora es que esta viruela tiene bajo perfil de potencial pandémico, por lo que se estima que los casos no sobrepasen los mil. “La transmisión se da por contacto directo con los fluidos devenidos de las vesículas (ampollas) o a través del contacto directo con la saliva de pacientes infectados (besos)”.
No es altamente contagiosa como el COVID, es menos transmisible además porque “las lesiones son evidentes, extensas, visibles y ningún paciente será asintomático, como en el caso del COVID 19, en esta ocasión, todo el que se infecte tendrá los síntomas”.
Es viral, no hay tratamiento, sólo paliativos.
El periodo de incubación es de 5 a 21 días y se manifiesta con cuadro febril, malestar general, ganglios inflamados en las extremidades, dolor muscular, lesiones (vesículas elevadas) similares a las de la varicela (lechina), son los síntomas que aparecen en las personas infectadas. “El potencial de complicación es muy pequeño, la mortalidad se acerca a 1% en nuestros países, en África puede que sea más elevado” afirma el especialista, y resalta que la complicación asociada es la infección que puede presentarse en las vesículas, “en los casos más severos puede producir meningitis”.
En cualquier caso, hay ventaja en quienes han recibido la vacuna contra la viruela humana “esas personas están 85% protegidas contra la viruela del simio”, explicó el Dr. Castro.