Es una escuela de la que no podemos generalizar a todos los alumnos, porque, en el mismo aula de clases hay alumnos promedio, hay excelentes, y también están los rezagados, los que por alguna razón no salen adelante en cada reto propuesto por el maestro, que en este caso, son los hijos.
En El Luchador conmemoramos el Día del Padre escuchando las anécdotas de los padres trabajadores. Confirmaron que es una tarea ardua: la responsabilidad infinita que se siente por el bienestar de un hijo, los hace mejores hombres. “No es cierto que padre es cualquiera, así como madre tenemos una, también los papás que asumimos ese rol, lo hacemos desde el amor inmenso y para siempre”, aseguró Xanier London, papá de tres y abuelo de dos, “ser abuelo es aun más bello todavía”, exclamó, asegurando que ha disfrutado más esta etapa, que ha sido “una segunda paternidad”.
“Al ser papá entiendes que la vida puede sorprenderte superando tus propias expectativas” aseguró Jeysson García, “te das cuenta de que eres capaz de mucho más de lo que imaginabas cuando el objetivo es cubrir todas las necesidades de tu hijo, cuidarlo y protegerlo de cualquier cosa”.
Ismael Morales, papá de seis, comenta que el amor por los hijos es para siempre, “aunque no estén físicamente, el sentimiento es indestructible, se ama por siempre a un hijo”, y es que aunque la supremacía de la madre parece evidente, y más en un país como el nuestro donde el matriarcado es una fortaleza, y una constante, dentro de nuestra sociedad; los padres son un bastión necesario en la estructura emocional de cualquier ser humano. Por eso honramos su mano firme que nos sujeta, y la dócil que apacigua las lecciones de la vida.
¡Feliz día de los Padres!