Al presidente Iván Duque le quedan solo dos semanas y media antes de dejar el poder, pero no quiere despedirse sin lanzar algunos dardos a su sucesor. “Esta es la última vez que me dirijo en calidad de presidente de la República ante este Congreso”, dijo en la tarde de este miércoles, cuando se instaló el nuevo Congreso de Colombia.
Deja el cargo con una desaprobación del 68% y con un parlamento donde ahora gobierna el partido de su rival, el presidente electo Gustavo Petro. Duque, sin embargo, entró al recinto con soberbia al asegurar: “¡Hemos cumplido!”. El público no estaba de acuerdo. Los congresistas de la oposición a su Gobierno empezaron a abuchearlo. “¡Mentiroso!”, le gritaron varias veces.
El primer momento en que arrancaron los gritos fue cuando el presidente habló de su primer punto en el discurso: “Paz con Legalidad”. De acuerdo con Duque, bajo su mandato se regularizaron 1,3 millones de hectáreas para los campesinos sin tierra, “el Gobierno que ha brindado más tierra a los campesinos de Colombia en nuestra historia reciente”.
El dardo a Petro llegó cuando añadió que ese proceso “demostró que se puede hacer justicia social en el campo sin expropiaciones”. La palabra expropiación fue una que se usó repetidamente por sus aliados contra Petro, quien ha prometido varias veces que no tiene en su programa expropiar a los propietarios del campo. No importa cuánto lo repita. Sin embargo, el presidente decidió provocar a los petristas usando esa palabra tan cargada durante la campaña.
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