El cerebro es como una computadora que controla las funciones del organismo y el sistema nervioso, y es como una red que envía mensajes a las partes del cuerpo, de acuerdo con el portal educativo KidsHealth.
Además, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, explicó que el cerebro está compuesto por más de mil millones de neuronas. Algunos grupos específicos de ellas trabajan en conjunto para dar la capacidad de razonar, experimentar sentimientos y comprender el mundo. También ayudan a recordar cantidades diversas de información.
En ese sentido, un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne, desarrollado por la psiquiatra Rajaprabhakaran Rajarethinam, dice que el grupo de vitaminas que se debe priorizar para mantener el cerebro joven es el B.
Específicamente, el estudio reveló que la vitamina B5 o ácido pantoténico es esencial para producir un compuesto molecular llamado coenzima A, la cual ayuda a las enzimas del cuerpo a producir y descomponer los ácidos grasos para obtener energía.
De igual manera, es un apoyo para la creación de proteínas transportadoras de acilo, que ayuda a producir grasas, que son el componente principal del cerebro.
A su vez, la Fundación Pasqual Maragall, una fundación sin ánimo de lucro dedicada a la investigación científica del Alzheimer, reveló los mejores hábitos para mantener el cerebro joven:
1. Mantener los niveles de colesterol dentro de los límites aconsejados: ya que la entidad sin ánimo de lucro explicó que con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y, con el tiempo, estos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. A veces, esos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
2. No fumar: pues el hacerlo aumenta el riesgo de morir de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares), que incluyen ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
3. Mantener bien los niveles de glucosa: pues los niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) pueden ser un signo de diabetes, una enfermedad que causa enfermedad del corazón, ceguera, insuficiencia renal y otras complicaciones.
4. Realiza actividad física: ya que la recomendación es hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de actividad moderada e intensa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues esto aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero. Según la OMS, las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre 20 y 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
6. Seguir una dieta mediterránea. La dieta mediterránea está basada en: comidas a base de vegetales, con solo pequeñas cantidades de carne de res y pollo; más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres; alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra; mucho pescado y otros mariscos en lugar; aceite de oliva como la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos. Este aceite es una grasa saludable y monoinsaturada; alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.