La ‘Escherichia coli’ a través de los alimentos, puede causar problemas en el organismo. La científica colombiana, Nury Infante, especializada en biotecnología y microbióloga industrial, descubrió una técnica para eliminarla, utilizando recursos naturales y nos cuenta cómo es el sistema que demostró 99% de efectividad.
Colocar un corcho en el agua con extracto de semillas de moringa, podría ser la respuesta a varios brotes de escherichia coli, que afectan la salud de miles de personas en diferentes puntos de América.
La bacteria se encuentra en el agua y llega a los alimentos, a través del riego de los cultivos con este líquido contaminado. Su consumo puede generar enfermedades como diarrea, infecciones urinarias o puede agravarse la situación y derivar en afecciones respiratorias o del torrente sanguíneo.
En América Latina hay un fácil acceso a la moringa, pues se está cultivando en varios lugares. Una de las principales características de este árbol es la resistencia a zonas áridas. En México, por ejemplo, se pudo plantar en diferentes áreas con altas temperaturas.
«Más o menos con tres semillas de moringa, unos 1.2 gramos, podríamos realizar nuestra solución stock, de 250 mililitros. Eso nos puede ayudar a tratar unos 2.500 litros de agua contaminada», dijo Infante.
«Un árbol de moringa da mínimo unas 100 vainas al año , y una vaina contiene unas ocho semillas de moringa», apuntó la entrevistada.
Por lo tanto, se trata de un recurso accesible y «una estrategia de desarrollo sostenible, con una fortaleza grande en cuanto al tratamiento de agua alternativo de estas comunidades, que no tienen tecnologías a gran escala», consideró la experta.
La moringa se utiliza en Latinoamérica con fines medicinales. Durante la pandemia se aplicó la terapia de tomar té de moringa para mejorar el sistema inmune de presos en cárceles, reseña Sputnik.
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