Tras la detención de nueve integrantes de una presunta banda de trata de personas que operaba en la frontera entre Colombia y Venezuela, por parte de funcionarios de la Policía Nacional de Colombia, hace unas semanas, prosiguen las investigaciones para dar con más integrantes de estos grupos hamponiles.
En ese momento se pudo conocer, por un comunicado de la policía neogranadina, que la red de trata de personas tenía ramificaciones en 10 países de América Latina.
Según EFE, tras las investigaciones se estableció que la banda semanalmente traficaba entre 5 y 10 migrantes, que eran enviados desde los aeropuertos internacionales de Barranquilla y Cartagena, en complicidad con funcionarios públicos encargados del control migratorio en esas terminales.
El citado comunicado, emitido por los uniformados que participaron en la operación policial, hacía referencial de que por carretera también enviaban entre 15 y 25 migrantes. «La mayoría de ellos venezolanos y dominicanos, hacia el sur del continente» subraya.
De acuerdo con el medio digital Eldiario, la Policía Nacional de Colombia aseguró que la organización delictiva tenía cómplices en varias entidades públicas. Además de injerencia en los departamentos colombianos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Magdalena y La Guajira.
La Nación