Agencias de las Naciones Unidas pidieron este lunes en un comunicado conjunto a los países europeos que permitan un desembarco «rápido y seguro» de los cerca de 600 migrantes actualmente varados en cuatro buques de rescate de ONG en la ruta del Mediterráneo central.
Los migrantes, algunos de ellos embarcados hace ya dos semanas, se encuentran en aguas internacionales tras ser rescatados en zonas próximas a Malta y Libia: 234 de ellos están en el Ocean Viking, 217 en el Geo Barents, 35 en el Humanity1 y 88 en el Rise Above.
«Los esfuerzos de Italia por permitir el desembarco de 400 personas, las más vulnerables a bordo del Humanity 1 y el Geo Barents, son bienvenidos, pero se necesita una solución urgente para los restantes», señaló el comunicado conjunto de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
«Pedimos a los Estados de la región que protejan las vidas de los rescatados, acabando con el actual callejón sin salida y ofreciendo un lugar seguro para desembarcar», insistieron las dos agencias, que pidieron que se prioricen «el salvamento de vidas y la dignidad humana».
Tras el desembarco, los países europeos deberían compartir la responsabilidad a la hora de acoger a estos supervivientes, muchos de ellos embarcados en Libia, donde «en numerosos casos sufrieron abusos y violaciones de derechos humanos», añadieron ACNUR y OIM.
Las dos organizaciones insistieron que el rescate marítimo es «un imperativo humanitario, con raíces en la ley internacional y las leyes del mar», y recordaron que al menos 1.337 migrantes han desaparecido en la ruta del Mediterráneo central en lo que va de año.
La mayoría de los 88.000 migrantes que usaron esa ruta, en su mayoría para llegar a Italia, fueron rescatados por guardacostas italianos y otros cuerpos estatales del país, mientras que un 15 % fueron recogidos por buques fletados por ONG.
EFE