La practicidad que ofrecen las toallitas desmaquillantes confronta los beneficios de limpiar la cara con agua micelar. Aunque los 2 cosméticos higienizan el rostro, uno de ellos es el que actúa a mayor profundidad.
Sobre todo, cuando se trata de productos de alta cobertura o waterproof, la piel necesita un aseo que elimine cualquier vestigio de maquillaje. Tanto los pañuelos húmedos como las soluciones micelares contienen fórmulas especiales para el cutis; también plantean la higiene facial en pasos simples y cómodos.
Pero una dermis tan sensible como la del rostro necesita algo más que la funcionalidad cosmética. Se trata de cuidar la salud de la piel.
Para ello, es pertinente el uso de instrumentos y de ingredientes que intervengan con eficacia y que no sean tóxicos. Entre las toallitas y las fórmulas micelares, exponemos la alternativa adecuada para el skincare.
El mito de las toallas desmaquillantes
Las toallitas desmaquillantes son fabricadas con textil sin tejer, previamente humedecido con disolventes de maquillaje, emulsionantes y solventes. Estos pañuelos constan de tensioactivos que higienizan la piel, poniendo sobre la mesa una presunta limpieza total.
Sin embargo, la realidad de las toallas es que no se llevan por completo la suciedad. La técnica de arrastre en el manto superficial de la epidermis aclara la piel, pero no es meticulosa recogiendo las impurezas.
Además, las toallitas quitan parte del maquillaje sin brindar un plus al ritual de belleza. Su practicidad queda en duda, ya que implican un paso adicional en la higiene facial: lavar el cutis tras usarlas.
Desmaquillarse con las toallitas sirve en un caso de emergencia, pero adoptarlo como hábito resulta contraproducente por lo siguiente:
Propician brotes de espinillas: las personas con tendencia al acné y a la formación de comedones aumentan las probabilidades de sufrir agudizaciones, como consecuencia de la limpieza incompleta.
Lastiman partes sensibles: es común que los empaques instruyan asear todo el rostro con el pañuelo, pero es posible que el barrido lacere el contorno de los ojos y arranques pestañas. Para desmaquillar el área periocular, lo oportuno son los limpiadores específicos, sin alcohol y con un pH compatible con la acidez ocular, como explica la revista Offarm.
Ingredientes agresivos: algunas marcas incluyen químicos, incrementando el margen de reacciones adversas. Una de estas secuelas es la dermatitis. Actas Dermo-Sifilográficas menciona al yodopropinil butilcarbamato como un conservante presente en las toallitas de higiene y lo precisa como una fuente principal de irritación.
¿Por qué conviene desmaquillar con agua micelar?
Las soluciones micelares constan de agua purificada combinada con elementos tensioactivos, hidratantes, astringentes y antiinflamatorios, idóneos para la higiene facial profunda. El ingrediente estrella está en las micelas con un polo lipófilo y otro hidrófilo soluble en agua.
Son estas moléculas las que recogen partículas grasas que, en el caso del cutis, se traduce en la recolección de residuos de maquillaje y de la contaminación. Por la baja concentración de magnesio y de iones de calcio, el agua micelar es de los cosméticos más recomendados por dermatólogos para eliminar suciedad de la piel.
Los efectos son suaves, humectantes y refrescantes. No se enjuagan y tienen la particularidad de tonificar.
Existen soluciones micelares ideadas según los tipos de cutis. Y hay motivos extras para aconsejarlas:
Ideal para pieles sensibles: la Revista de Dermatología Cosmética destaca un estudio de control sobre la eficacia y la seguridad del agua micelar en pieles con rosácea. Los resultados de la investigación revelaron mejor apariencia clínica y disminución de los síntomas en estas dermis sensibles.
Protegen de la contaminación: la publicación Terapia Dermatológica sustenta un experimento sobre la combinación de agua micelar, con cremas protectoras y con antioxidantes, como componentes que mantienen a raya las condiciones de la piel frente a la contaminación por partículas.
Funciona para todo tipo de maquillaje: las fórmulas micelares no dan tregua al maquillaje de amplia duración. La Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica califica la excelencia del producto para la limpieza diaria, gracias a imanes que atraen el sebo y los restos de make up.
¿Qué elegir? ¿Toallitas desmaquillantes o agua micelar?
Es cierto que hay una solución micelar para cada tipo de piel, pero no está de más consultar con el dermatólogo la consistencia y los ingredientes apropiados según la dermis. En todo escenario, siempre favorecen los micelares porque no alteran la salud cutánea y demuestran mayor efectividad que las toallitas desmaquillantes.
Con relación al tema, la Revista de la Academia Americana de Dermatología resaltó en un artículo que el agua micelar es un formato de limpieza recomendado para pieles sensibles, debido a que no irrita y promueve la hidratación.
Se adiciona la ventaja ecológica, pues las aguas purificadas disminuyen el impacto medioambiental provocado por la basura que generan las toallitas no biodegradables. A favor de las sustancias micelares, la aplicación es humedeciendo el rostro mediante toques suaves con algodones, de preferencia reutilizables.
Lo que debes recordar sobre el agua micelar y las toallitas desmaquillantes
Las aguas micelares y las toallitas desmaquillantes tienen diferencias marcadas por la efectividad. Sin embargo, no habría consecuencias graves si en emergencias limpias el rostro con los pañuelos prehumedecidos; la importancia está en no convertir esta acción en un hábito.
Siempre serán preferibles las soluciones micelares. Pero si adquieres las toallitas para situaciones urgentes, atiende a una advertencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en cuanto al uso seguro de los cosméticos. La observación pide leer las etiquetas para conocer la composición, si es hipoalergénico y cómo conviene utilizarlo.
Con información de mejorconsalud.as.com