Un total de 268 personas quedaron detenidas en Latinoamérica y el Caribe por tráfico de personas o de inmigrantes en una operación coordinada por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
La cuarta edición de la operación «Turquesa» detectó un total de 9.015 inmigrantes y liberó a 126 mujeres y dos hombres víctimas de trata, según los datos provisionales divulgados este miércoles por Interpol en un comunicado.
Interpol rescata a venezolanos y colombianos
Asimismo, se conoció que la mayoría de las víctimas eran de nacionalidad venezolana y colombiana.
«El tráfico de personas y de migrantes son negocios criminales multimillonarios, que financian a los grupos de crimen organizado y violan los derechos fundamentales de las víctimas», señaló el secretario general de Interpol, Jürgen Stock
Durante la operación, los agentes realizaron controles reforzados en zonas previamente identificadas como «puntos clave», especialmente pasos fronterizos, terminales de autobuses y aeropuertos.
Muchos casos se refirieron a la intercepción en América Central de migrantes de todo el mundo.
Así como la detección en México de 2.400 personas procedentes de Cuba y Venezuela,.
Además de África (Angola, Burkina Faso, Guinea y Etiopía) y Asia (Bangladesh y Nepal).
En Nicaragua, la policía detectó a más de 2.000 migrantes de países africanos, asiáticos y americanos, con destino a EEUU y Canadá.
En Chile, los controles en las fronteras con Bolivia y Perú detectaron a unos 300 migrantes venezolanos y bolivianos, incluidos varios menores.
Entre otros ejemplos, las autoridades brasileñas arrestaron a cuatro sospechosos de intentar introducir a 21 migrantes de Cuba y Sudáfrica entre la Guayana Francesa y Brasil.
Y en Honduras, una mujer de 30 años quedó detenida como organizadora de la explotación sexual de tres menores.
EFE