Es propicia la ocasión para recordar el gran valor de un maestro para el desarrollo de un país.
Cada 15 de enero se celebra en nuestro país el Día del Educador, una fecha para rendir tributo a quienes tienen la ardua tarea de educar a todos los profesionales que se encargarán de llevar las riendas del país en el futuro, además, de formar a la sociedad en valores y principios que servirán de ejemplo para el mundo.
Para nadie es un secreto el amargo momento que pasan los profesionales de la docencia en sus justos reclamos al exigir mejoras en sus condiciones salariales y beneficios sociales bien ganados, sin embargo, en esta importante fecha es propicia la oportunidad para resaltar la importancia y gran peso que representa un maestro para la sociedad y para el desarrollo de un país.
Dada la ocasión, desde el diario El Luchador rendimos tributos a todos y cada uno de estos multiplicadores que durante más de la mitad de sus vidas se han dedicado a educarnos. Es por ello que entrevistamos a un valioso grupo de maestros para que nos contaran qué ha sido para ellos lo mejor de ejercer esta noble profesión.
Lo mejor de ser maestro
Jhonny Alicando (20 años de servicio): Permitirme ser parte de una gran familia como lo es y ha sido siempre Fe y Alegría La Congregación De Santa Teresa De Jesús, quienes me formaron como alumno y luego como persona con un gran deseo de ser partícipe activo en la transformación de esta sociedad que tanto lo necesita. Continuar con el legado de nuestro insigne fundador el Padre José María Vélaz, quien nos heredó su chispa como constructor de sueños y sembrador de sueños, para motivar a los jóvenes que se atrevan a soñar, a ser valientes y decididos, que logren consolidar proyectos y ser semillas fértiles, que tengan la disponibilidad al servicio, y que día a día continúen forjando su labor como futuros profesionales, donde nuestra convicción de salvar a la educación será el pilar primordial para salvar a Venezuela.
Roxana Tomedez (23 años de servicio): Sentir la satisfacción que por mi esfuerzo y dedicación de cada día, hoy por hoy, hay muchos profesionales proyectándose en sus diferentes espacios: médicos, ingenieros, enfermeras, periodistas, administradores, contadores, docentes, entre otros. ¡Ser maestra, es ser todo, más si lo ejerces con responsabilidad y vocación!
Dollys Soto Carias (30 años de trayectoria): Tener vocación de servicio, y sentir amor por lo que haces, al igual que ser ejemplo de los alumnos; la convicción y satisfacción de contribuir con el desarrollo integral de personas que te motivan a aprender algo nuevo diariamente, es formar en los niños del presente a los hombres del futuro.
Lilia Maitan: Ser maestra es la oportunidad que me brinda Dios, de volver a vivir la escuela de otra manera; es estar en el lugar donde un tiempo pasado estuvieron mis maestras que con gran dedicación, responsabilidad y amor me dieron las llaves para abrir las puertas a una vida donde hoy día puedo decir con orgullo, que ser instrumento para formar niños, niñas y adolescentes para el crecimiento de un país que es bendecido por la creación perfecta de Dios, me da la fortaleza para continuar en la enseñanza de una nueva generación empoderada y con ganas de llenarse de conocimientos.
Yohana González (17 Años de servicio): Es una tarea llena de muchas responsabilidades pero muy gratificante a nivel emocional. Es el cariño sincero de los niños, esa empatía que llega a existir entre un alumno y su maestro, es única. A demás de ser parte de la construcción de ese ser humano en desarrollo al que le dejas una huella en el alma porque nuestra gran misión es sembrar conocimientos, sueños, esperanza y amor.
Juan Suárez: La satisfacción más grande ser docente es transmitir la enseñanza a las nuevas generaciones, inculcando y alto sentido de pertenencia a tu país, valores y respeto al prójimo.
Yrma Rivas: Somos formadores de los nuevos ciudadanos impartiendo conocimientos reforzamos los valores que transmiten desde el hogar. Pese a las adversidades transmitimos a nuestros niños y adolescentes alegrías, amor, respeto, etc.
Efrén Pulido: Enseñar para la vida. Ver como un niño que pasó por tus manos, que tuviste la oportunidad de educar crece y llega a ser un gran profesional, que un día te ve en la calle, te abraza y te recuerda con gratitud.
Yris García: Es sinónimo de contribuir al cambio y construir un mundo nuevo formando a los profesionales del futuro. Es transmite el conocimiento, se construyen los valores, viven el crecimiento, desarrollamos la personalidad de cada ser humano como integrante de la sociedad y la capacidad de que tomen sus propias decisiones. Lo mejor de ser Maestro es dar amor y comprensión.
Gledis Bonilla