El Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) de Ecuador compartió con el mundo su nuevo hallazgo de una rana de torrente que, según los investigadores, podía existir solo en las páginas del libro ‘El Señor de los Anillos’ de J.R.R Tolkien.
De acuerdo a reseña de la agencia de noticias rusa Sputnik, miles de hectáreas de bosques al suroriente de Ecuador ocultaron a una nueva especie. Los investigadores de Inabio lograron encontrar a esa rana en las aguas del Parque Nacional Río Negro-Sopladora, ubicado en dicha región del país.
Las ranas de torrente, al que pertenece la hallada en Ecuador, cuenta con 40 especies de anfibios y una gran mayoría habita en los territorios de los altos Andes de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, afirma el comunicado de Inabio.
Para su hábitat eligen las aguas puras cerca de la vegetación ribereña, mientras que a los renacuajos se les puede encontrar lejos, entre las rocas de las aguas rápidas de los ríos.
Los investigadores, Juan Sánchez-Nivicela, José Falcón-Reibán y Diego Cisneros-Heredia, la bautizaron como Hyloscirtus tolkieni. La decisión proviene de las simpatías personales a las obras del escritor J.R.R Tolkien.
Sánchez-Nivicela detalló que la rana con sus colores «asombrosos» les recuerda a las criaturas creadas en los mundos de Tolkien. Inicialmente, encontraron un solo ejemplar y fueron impresionados por su coloración y gran tamaño «durante semanas estuvimos explorando diferentes áreas del Parque Nacional Río Negro-Sopladora, caminando desde pastizales de páramo a 3.100 metros de elevación hasta bosques a mil metros».
Aunque pertenece a una familia grande, tiene bastantes diferencias. Se destaca «por su gran tamaño corporal (65 milímetros), por sus amplias franjas dérmicas en los dedos de manos y pies, dorso verde grisáceo con manchas amarillas y motas negras, garganta, vientre, flancos y superficies ocultas de las patas de color amarillo dorado con grandes manchas y puntos negros», destaca el comunicado referido en medios internacionales.
Los investigadores creen que su apariencia peculiar se debe al «ecosistema mágico de los Andes tropicales».
Sin embargo, el proceso de investigación posterior al hallazgo se ve obstaculizado por varios factores: En primer lugar, a pesar del estatus protegido del parque Nacional Río Negro-Sopladora, la actividad humana está teniendo un impacto negativo en el lugar, lo que cambia el modo de vida de la rana y su entorno; en segundo lugar, hasta ahora solo se ha descrito a una rana de esta especie, lo que no es suficiente para recoger información completa sobre ella, incluyendo el riesgo de extinción. Los científicos insisten en que el estudio debe continuar.
Con información de www.vtv.gob.ve