Las empresas estatales de ambos países, iniciarán en las próximas semanas un plan de renovación de 100 días del mayor complejo de refinación del país para restaurar su capacidad de procesamiento de crudo.
El esfuerzo de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la estatal Compañía Nacional Iraní de Refinación y Distribución de Petróleo (NIORDC) para aumentar la producción de combustible en el Centro de Refinación de Paraguaná marca un paso hacia el fin de la dependencia de Venezuela de la tecnología de refinación de EE.UU.
Venezuela, que tiene las mayores reservas petroleras del mundo, ha luchado durante los últimos años para producir suficiente gasolina y diésel debido a las interrupciones operativas de las refinerías, la falta de inversión y las sanciones de Estados Unidos, las cuales crean obstáculos para las importaciones.
Teherán ha fortalecido los lazos con Caracas en los últimos años, proporcionando crudo y condensado, así como piezas y materia prima para la envejecida red de refinación de petróleo de Venezuela, cuya capacidad se ubica en 1,3 millones de barriles por día (bpd).
Una unidad de NIORDC firmó en mayo un contrato de 110 millones de euros con PDVSA para reparar la refinería más pequeña de Venezuela, la de El Palito, situada en el centro del país y con una capacidad de 146.000 bpd.
Ahora se espera que las empresas firmen en las próximas semanas un contrato de 460 millones de euros para renovar el complejo refinador de Paraguaná, de 955.000 bpd.
Reuters