Desde Cinfa se facilitan diez pautas para “mantener a raya” el asma infantil.
- Dale su medicación tal y como te lo indique el pediatra. Para que disfrute de una buena calidad de vida es muy importante que tome su medicación en la dosis, frecuencia y duración indicadas por su pediatra (que muchas veces lo hará pese a no presentar síntomas) como parte de su tratamiento para el asma.
- Plantea al especialista cualquier duda o temor ante efectos secundarios, pero no interrumpas el tratamiento por iniciativa propia.
- Enseña a tu hijo a usar correctamente el inhalador. Si tiene la edad suficiente, hazle una demostración y anímale a repetirla. La técnica de inhalación comprende las siguientes fases:
- Abrir el dispositivo
- Prepararlo (agitarlo, rotarlo o cargarlo)
- Vaciar los pulmones de aire
- Bloquear la respiración
- Colocar el orificio del inhalador en la boca
- Inhalar a fondo
- Contener la respiración de 5 a 10 segundos
- Volver a respirar con normalidad
- En algunos casos, se indica enjuagarse la boca (especialmente al tratar con corticoides)
- En el caso de los bebés o niños pequeños, aprende a usar adecuadamente las cámaras de inhalación.
- Consulta siempre a su pediatra antes de darle otros fármacos. Nunca le mediques por tu cuenta e informa a su pediatra de nuevas prescripciones que otros especialistas hayan podido indicarte. En todo caso, comunica siempre a vuestro farmacéutico, dentista u otros profesionales sanitarios la condición de persona asmática del niño o niña, para evitar interacciones con otros medicamentos.
- Aprende a reconocer las crisis. Pide a su pediatra que te enseñe a detectar los síntomas de empeoramiento, ya que el menor a veces no es capaz de reconocerlos. Por este motivo, puede ser muy beneficioso usar un medidor de flujo respiratorio, que constata la limitación del soplo.
- Elabora con su pediatra un plan de acción. Prepara con su pediatra un plan de actuación escrito, que te indique con exactitud qué debes hacer cuando tu hijo o hija sufra una crisis grave. Puede recomendarte pautas como:
- Aumentar la dosis
- Asociarlo a otro
- Tomar otro nuevo
- Acudir a urgencias…
- Introduce en su día día ejercicios respiratorios. Aprende y enséñale a practicar de manera regular ejercicios de fisioterapia respiratoria, porque le ayudarán a controlar la respiración y la ansiedad cuando llegue una crisis asmática. Si, tras esta, persiste la dificultad respiratoria, no lo mandes al colegio o guardería. Tampoco lo dejes en casa sin supervisión.
- No fumes en su presencia y aléjale de los ambientes de humo. El tabaco es uno de los principales desencadenantes del asma. porque incrementa la inflamación bronquial. Por lo tanto, no fumes delante del niño o niña afectada y tampoco permitas que lo hagan otras personas ni estés con él o ella en ambientes con fumadores.
- Evita los alérgenos que más le afecten. Además del tabaco, debes mantener su entorno libre de todas las sustancias que pueden empeorar su asma como pólenes, polvo, ácaros, hongos o el pelo de los animales. Para ello, la higiene y limpieza del domicilio, el cambio frecuente de ropa de cama y ventilar adecuadamente (salvo alergia al polen en las estaciones que aparece) son hábitos esenciales
- Sí al deporte, pero con precaución. El ejercicio físico está recomendado en un niño asmático, porque le permite desarrollarse y aprender a controlar la respiración. No obstante, es preferible tomar algunas precauciones:
- Comprobar que la calidad del soplo en reposo es normal
- Asegurarte de que realiza ejercicios de calentamiento y aclimatación
- Verificar que el comienzo de la actividad es progresivo
- Antes del ejercicio intenso, puede que su pediatra le recomiende inhalar un medicamento broncodilatador de acción rápida. Así mismo, siempre es recomendable (aunque el ejercicio sea de menor intensidad) llevar medicamentos de urgencia por si se produjera una crisis.
- Mete el sentido común el la maleta cuando viajéis. Siempre que el asma esté bien controlada y sea estable, un niño o niña asmática puede viajar como cualquier otra persona, pero debéis llevar con vosotros sus medicamentos habituales, el plan de acción por escrito del pediatra y los fármacos que puede n necesitar en caso de empeoramiento o crisis.
Diario2001