En un macabro hallazgo que ha conmocionado a la comunidad, Joan Flores, conocido en la zona como “Chupi Salsa”, fue encontrado sin vida en un terreno baldío del barrio Bogarín, con múltiples heridas de bala en el pecho, el intercostal derecho y otras partes del cuerpo.
Flores, de 40 años, tenía una reputación en la localidad como un personaje problemático, acusado de tener azotada a la comunidad y sectores aledaños. Según versiones de algunas víctimas, había sido denunciado en repetidas ocasiones por robos de bombonas de gas y enseres en las viviendas.
Recientemente liberado de prisión, Flores llevaba poco tiempo fuera de la cárcel cuando encontró su trágico final. “Típico de los funcionarios de los cuerpos policiales cuando detienen a una persona, con la misma franela le cubren el rostro, así encontraron a Flores”, expresó un viandante, destacando la familiaridad de la escena.
El cuerpo de “El Chupi Salsa” mostraba señales claras de una violenta confrontación antes de su muerte. Los expertos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) que se hicieron presentes en el lugar, levantaron el cadáver y lo trasladaron a la morgue para la correspondiente autopsia forense. Según los primeros informes, los disparos fueron hechos a corta distancia, y las marcas en el cuerpo indican que Flores forcejeó con sus atacantes en un intento desesperado por escapar.
Las autoridades también observaron que el cuerpo había sido arrastrado por el suelo antes de ser ejecutado, ya que tenía rastros de tierra en la piel y en la ropa. “Chupi Salsa” vivía de lo que la gente le daba y de lo que conseguía por sus propios medios, haciendo de su muerte un trágico desenlace en una vida marcada por la marginalidad y la delincuencia.
La investigación sigue en curso mientras los habitantes del barrio Bogarín intentan asimilar la violenta muerte de un hombre que, a pesar de sus actos, era una figura conocida en la comunidad.
Redacción
