Después de las detenciones del miércoles, 7 de agosto, por un aparente complot para lanzar un ataque contra un evento en Viena, los organizadores de tres conciertos de Taylor Swift decidieron suspenderlos.
Los eventos estaban programados para esta semana en el estadio Ernst Happel, de la capital de Austria, el jueves, el viernes y el sábado como parte de su gira Eras Tour. Las entradas ya estaban agotadas y se esperaba la asistencia de unos 170.000 fans.
Barracuda Music, organizador del evento, citando la «confirmación» de funcionarios del gobierno de un ataque planeado en el estadio, dijo en un post en su canal de Instagram, a última hora del miércoles:
«No tenemos más remedio que cancelar los tres espectáculos programados por la seguridad de todos».
A primera hora del miércoles, las autoridades dijeron que habían detenido a dos presuntos extremistas, uno de los cuales parecía estar planeando un atentado en un evento en la zona de Viena como los próximos conciertos.
El principal sospechoso, de 19 años, fue detenido en Ternitz, al sur de Viena, y la segunda persona en la capital austriaca.
La Agencia de Prensa de Austria informó que Franz Ruf, director de Seguridad Pública del Ministerio del Interior austriaco, había declarado que tenían conocimiento de «acciones preparatorias» para un posible atentado y también que el sospechoso, de 19 años, “estaba centrado en los conciertos de Taylor Swift en Viena», informó
Ruf dijo que las sustancias químicas encontradas fueron aseguradas y estaban siendo evaluadas. No dio más detalles, excepto que el joven de 19 años había jurado lealtad al grupo Estado Islámico.
Cuando todavía no se habían cancelado las presentaciones, las autoridades aseguraron que se reforzarían las medidas de seguridad para los conciertos de Swift y que se haría énfasis, entre otras cosas, en los controles de entrada, por lo que los asistentes al concierto deberían prever un poco más de tiempo.
El jefe de la policía de Viena, Gerhard Pürstl, dijo al mismo tiempo que, aunque se había minimizado cualquier peligro concreto, un riesgo abstracto justificaba el aumento de la seguridad.
Luego el ministro del Interior austriaco, Gerhard Karner, declaró tras la cancelación que la Policía y el servicio de inteligencia del país habían «aportado todo lo posible para garantizar la seguridad de los eventos» y que el organizador había tomado la decisión de cancelar los conciertos.
Barracuda Music dijo que «todas las entradas serán reembolsadas automáticamente en los próximos 10 días laborables». El mismo texto se publicó bajo las fechas de Viena en el sitio web oficial de Swift.
Los seguidores de Swift expresaron en las redes sociales su desolación por no poder asistir a uno de los conciertos de la estrella. Algunos, en la red social X, lamentaron los meses de esfuerzos desperdiciados para hacer pulseras de la amistad y elegir atuendos de moda para la actuación.
Como antecedente, en 2017, un atentado en un concierto de Ariana Grande en Mánchester (Inglaterra) acabó con la vida de 22 personas y dejó 100 personas heridas. El terrorista suicida Salman Abedi ubicó una mochila bomba en el Manchester Arena al final del concierto mientras miles de asistentes se marchaban.
Una investigación oficial informó el año pasado de que la agencia de inteligencia nacional británica, el MI5, no actuó con suficiente rapidez ante información clave y perdió una oportunidad significativa de evitar el atentado, el ataque extremista más mortífero en el Reino Unido en los últimos años.
Con información de AP