“Supongo que las birras after work valían más”. Con esta reflexión, Ari, una trabajadora de marketing española, compartió en la red social X su experiencia tras ser despedida por una razón que sorprendió a muchos: su timidez.
A pesar de llevar varios años cumpliendo con sus objetivos laborales e incluso tras haber recibido un ascenso, la empresa decidió prescindir de sus servicios y justificar su decisión por su carácter introvertido.
Ari trabajaba en Data Marketing, donde gestionaba contenido y realizaba investigaciones para diversos proyectos. Con el tiempo, sus responsabilidades aumentaron y, al cumplir un año en la empresa, fue ascendida.
A pesar de su esfuerzo y dedicación —según comenta en el hilo de X, ni siquiera se tomó días de enfermedad para cumplir con sus responsabilidades—, recibió una noticia inesperada: su despido por ser “demasiado tímida, introvertida y asocial”. Esta explicación fue comunicada de manera interna, mientras que en los documentos oficiales se presentó como un despido justificado, lo cual generó una gran frustración en la trabajadora.
Ari explica que la empresa intentó fundamentar la decisión como objetiva, pero ella asegura que siempre cumplió con sus metas laborales, tal como lo demostraba su reciente evaluación de desempeño, en la cual obtuvo excelentes resultados.
Su caso refleja cómo algunas empresas pueden utilizar razones subjetivas para justificar despidos, aunque en la práctica estos motivos no guarden relación con el rendimiento laboral del empleado.
Errores en la documentación del despido
Además del impacto emocional por la forma en que fue despedida, Ari tuvo que enfrentar otro desafío: los errores en la documentación legal de su despido.
La joven señaló que los documentos relacionados con sus pagos e indemnización contenían fallos significativos, lo que complicó aún más la situación. “No solo debo lidiar con el despido, también con todo el lío legal, mientras trato de no hundirme y pienso que necesito otro trabajo”, confesó.
Ahora la mujer despedida deberá pelear por sus derechos laborales mediante procesos legales engorrosos. Esta situación dejó en claro que, en situaciones de despido, es fundamental revisar cuidadosamente toda la documentación para evitar problemas adicionales.
Reacciones en redes sociales
La historia de Ari se volvió viral rápidamente en X, acumulando más de 2 millones de reproducciones y generando una ola de solidaridad y apoyo entre usuarios. Muchos internautas compartieron sus propias experiencias de despidos injustificados, especialmente aquellos que se identifican como personas introvertidas.
Los comentarios destacan una preocupación común: el entorno laboral muchas veces favorece a quienes son más extrovertidos o socialmente activos, mientras que los introvertidos enfrentan mayores dificultades para ser valorados, a pesar de cumplir con sus responsabilidades.
Entre los mensajes, algunos usuarios señalaron que el despido de Ari parecía más relacionado con no ajustarse a la cultura social de la empresa que con su rendimiento profesional. El posteo recibió comentarios como: “El mundo no está hecho para nosotros, los introvertidos” o “Espero que encuentres un lugar en donde aprecien tu trabajo”.
A través de su experiencia, Ari ha iniciado una conversación más amplia sobre la discriminación en el trabajo basada en rasgos de personalidad, mostrando que la lucha por la equidad laboral sigue siendo un tema vigente.
Con información de Infobae
