El Gobierno de Venezuela se pronunció este viernes durante el debate en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Venezuela no reconoce los mandatarios impuestos a países bajo criterios selectivos, politizados y doble estándar. Los países occidentales insisten en convertir este Consejo en un instrumento de cohesión y chantaje, en un tribunal de inquisición contra los pueblos y los gobiernos del sur global”, dijo el representante de Venezuela, Alexander Yánez Deleuze, durante la sesión ante la ONU.
Aseveró que algunos países miembros “están conduciendo al Consejo a correr la misma suerte que la extinta Comisión de Derechos Humanos” y acusó a Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el antiguo Grupo de Lima de “diseñar esta resolución con el propósito de aplicar lo que llamaron la máxima presión sobre Venezuela”.
“A través de la manipulación de los instrumentos y fines de este consejo buscaban imponer la fracasada doctrina del cambio de régimen, que empezaba por reconocer un fantasioso gobierno interino, juramentado en una plaza pública, no electo por nadie, sin apoyo popular, al que no se le solicitaron actas, pero que justificaba el derrocamiento de un gobierno popular que no le gustaba al régimen de Washington”, expresó.
“¿Queda alguna duda sobre la politización de este documento? ¿Queda alguna duda de que sus objetivos no son los derechos humanos? Los invito a revisar la lista de países que apoyan esta resolución, donde hallará los nombres de los principales responsables de las invasiones y golpes de Estado ocurridos en Chile, Honduras, Guatemala, El Salvador, Granada, Panamá, Vietnam, Afganistán, Yugoslavia, Irak, Libia, Siria, Palestina, Líbano y un largo etcétera”, agregó.
El funcionario venezolano cuestionó que algunos gobiernos pretendan dar “clases de moral y derechos humanos a los países del sur global”.
Según dijo, el presupuesto previsto para la renovación del mandato de la Misión de Determinación de los Hechos es de más de 8 millones de dólares.
“¿Hasta cuándo este Consejo permitirá que se derroche el dinero de los mandatos politizados que no tienen logros tangibles ni significativos sobre la cooperación en derechos humanos”, se cuestionó.
Finalmente, destacó que Venezuela no reconoce resoluciones impuestas y afirmó que “votar en contra de este documento político es una denuncia a la injusticia histórica contra los pueblos del sur global”.
Con información de agencias.-