En un giro significativo de la diplomacia regional, la delegación venezolana liderada por Nicolás Maduro no logró su objetivo de ser incluida como nuevo socio de diálogo en los BRICS durante la cumbre de jefes de Estado que se lleva a cabo en Kazán, Rusia. La negativa del gobierno brasileño, clave en este proceso, fue explicada por Celso Amorim, principal asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien afirmó que la situación no se relaciona con cuestiones democráticas, sino con un «abuso de confianza».
Amorim destacó que la confianza entre Brasil y Venezuela se ha deteriorado debido a promesas incumplidas por parte del gobierno venezolano. En particular, se refirió a la falta de entrega de las actas del Consejo Nacional Electoral (CNE), que Maduro había prometido presentar tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. A pesar de que Amorim se reunió personalmente con Maduro para discutir este tema, las actas nunca fueron entregadas.
«El problema con Venezuela en los BRICS no tiene que ver con la democracia, sino con un abuso de confianza. Actuamos de buena fe, pero con Venezuela se rompió la confianza», subrayó Amorim, quien también expresó el deseo de Brasil de «recuperar la confianza» en el país vecino.
Desde Caracas, analistas han calificado el viaje de Maduro a Kazán como un fracaso rotundo. No solo se le impidió participar en la foto oficial del evento, sino que todos sus intentos de incluir a Venezuela en la lista de nuevos socios resultaron infructuosos. Fuentes de la delegación brasileña confirmaron que el papel de Brasil fue fundamental para frenar la ofensiva diplomática venezolana.
Con información de EI.