El concepto ‘videojuego’ está relacionado con múltiples palabras, ya sea adicción, entretenimiento, distracción, diversión o, sorprendentemente, gamificación. Por si no lo sabías, este último término mencionado es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo, es decir, significa que los videojuegos mejoran las habilidades, enriquecen los conocimientos y generan una experiencia positiva en los usuarios.
Carmen Navacerrada, Directora del Área de Programación Web y del programa en Ingeniería de Desarrollo de Software en IMMUNE Technology Institute, afirmó en una entrevista que «los videojuegos pueden tener diversos beneficios utilizados de la forma adecuada, como puede ser la mejora de la atención y la memoria, la resolución de problemas o la toma de decisiones». Además, detalló que los videojuegos se pueden utilizar de dos formas distintas, ya que los educativos pueden formar en un tema en concreto y los de rol ayudan a fomentar el pensamiento crítico.
Además, para corroborar dichas afirmaciones, el Instituto Karolinska (Suecia) y la Universidad Libre de Ámsterdam (Países Bajos) revelan en una investigación, publicada en la revista Nature Scientific Reports, que dedicar un tiempo a jugar a videojuegos tiene un efecto positivo en las capacidades cognitivas de los menores, debido a que puede aumentar el coeficiente hasta 2,5 puntos por encima de la media.
La investigación analizó a 9.000 menores estadounidenses de entre nueve y diez años a través de pruebas psicológicas para medir su capacidad cognitiva y, por sorpresa, a comparación de los niños que usaron redes sociales o vieron la televisión, los menores que jugaron a videojuegos durante más tiempo tuvieron una mejora en habilidades de razonamiento flexible, memoria y procesamiento visual-espacial.
Ante este resultado, los investigadores destacan que los videojuegos promueven habilidades necesarias para planificar estrategias, resolver problemas, adaptarse a nuevos escenarios, pensar racionalmente y comprender ideas complejas. Asimismo, la investigación explica que «los beneficios cognitivos de los videojuegos tienen el respaldo de múltiples estudios observacionales y experimentales. Sus beneficios para la inteligencia y el rendimiento escolar tienen sentido intuitivo y están alineados con las teorías del aprendizaje activo y el poder de la práctica deliberada».
Aunque, por el lado contrario, «al igual que para otras actividades digitales, existen hallazgos contradictorios para los videojuegos, algunos sin efectos y con efectos negativos», teniendo en cuenta que el impacto positivo está relacionado con el uso responsable y moderado, el tiempo de videojuego junto al tiempo de juego.
Con información de 20 minutos.