Por: Francisco Delascio Chitty
Según la mitología griega, la ninfa Amarilis se enamora de Alteo, un pastor, pero éste no le correspondía; por lo cual, ella siguiendo el consejo del Oráculo de Delfo se ubica frente la casa de él por treinta noches, horadando con una flecha su corazón y las gotas de sangre al caer en tierra fueron materializándose en unas esplendorosas flores carmesí, luego Alteo al salir de su aposento, quedó maravillado por la prueba de amor y la hace su esposa. También nosotros, nos encantamos con las hierbas de la familia Amaryllidaceae de flores vistosas, destellantes, rojas, blancas, amarillas, violetas, anaranjadas y rosadas; presentando además algunas de sus especies, un olor característico (ajo, cebolla, cebollín, cibolette, ajo porro). El lirio Amarilis, rojo o sangre, se conoce como Hippeastrum hybridum; el primer epíteto deriva del griego “hippeus”, caballero, y “astron”, estrella; e hybridum, es palabra latina “hybrida”, mestizo, con progenitores de especies diferentes. Este lirio es una hierba bulbosa, hojas acintadas 2-7, que pueden emerger antes o después de la floración; inflorescencia 1-3 por bulbo; con 4-6 flores rojas hermafroditas de unos 23 cms de diámetro; fruto capsular, trivalvo, con semillas aplanadas, negruzcas. Hippeastrum, presenta alcaloides (montanina, galatamina, homocolina, entre otros), los cuales se emplean como antivirales, antimaláricos, antitumorales y contra la enfermedad de Huntington, o mal de zambito o sambito, degeneración neuronal que provoca síntomas psiquiátricos (irritabilidad, paranoia, alucinaciones) cognitivos (amnesia, dificultad para pensar y comprender) y musculares (espasmos, falta de coordinación). La expresión “mal de zambito o sambito”, hace referencia a una persona muy inquieta, nerviosa, con movimientos irregulares no predictibles.
Francisco Delascio Chitty.-