El magnesio es un mineral que desempeña un papel clave en el cuidado de la piel. Participa en más de 300 reacciones enzimáticas del cuerpo, muchas de las cuales están relacionadas con la salud cutánea.
Uno de sus beneficios más destacados es su capacidad para regular los niveles hormonales y reducir el estrés, factores que pueden desencadenar problemas como acné, rosácea o envejecimiento prematuro.
En la piel, el magnesio actúa como un potente antiinflamatorio y ayuda a mejorar la función de barrera cutánea, lo que permite una mayor retención de humedad y protección contra agentes externos.
También favorece la producción de colágeno y elastina, componentes esenciales para mantener la firmeza y elasticidad de la piel. Además, tiene propiedades desintoxicantes que ayudan a limpiar los poros y reducir la aparición de impurezas.
Con información de Agencias