El Real Madrid dijo adiós a la Champions League en una noche amarga en el Santiago Bernabéu. El Arsenal, con una lección de fútbol, ganó 1-2 en la vuelta de los cuartos de final y certificó una clasificación aplastante con un 1-5 global que deja tocado al club blanco y también a Carlo Ancelotti.
La diferencia entre ambos equipos fue evidente en los 180 minutos. El conjunto inglés jugó con personalidad, intensidad y talento, mientras que el Madrid apenas se acercó al milagro que tanto anhelaba su afición.
En el Bernabéu, los de Arteta salieron sin complejos, dominaron las fases clave del partido y sellaron la eliminatoria con goles de Bukayo Saka y Gabriel Martinelli, mientras que Vinicius maquilló el resultado tras un error puntual de la zaga visitante.
La impotencia del Real Madrid fue palpable. Vinicius, exhausto y errático; Bellingham, sin claridad; y un Mbappé que se marchó lesionado y sin dejar huella. El plan de Ancelotti se diluyó entre centros sin rematador y cambios tardíos. El Bernabéu terminó reconociendo la superioridad rival con un silencio que dolió más que los goles.
Arteta, con temple y ambición, logró un pase histórico a semifinales, mientras que el Madrid afronta ahora una inevitable reflexión: ¿es este el fin de ciclo? Con la Liga bien encaminada pero sin Europa, se abre el debate sobre el futuro de Ancelotti y la renovación de un equipo que no supo competir contra un Arsenal valiente, joven y hambriento.
El campeón se despide, el heredero avanza.
Con información Agencias-.
Real Madrid perdió 2-1 ante Arsenal y quedó eliminado de la Champions League
