El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, optó por suspender las redadas indiscriminadas contra migrantes en sectores específicos, una medida que, según reportes, responde a la creciente preocupación por la impopularidad de estas tácticas. La decisión, adelantada este viernes por el diario The New York Times, es un cambio en la estrategia migratoria de la Casa Blanca.
Según un correo electrónico al que tuvo acceso el rotativo y confirmaciones de funcionarios estadounidenses, la administración ha instruido al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a cesar las operaciones que afectan directamente a las industrias agrícola y hostelera. Esta directriz sugiere una revisión de las políticas de aplicación de la ley de inmigración.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, ratificó en un comunicado que se acatarán «las instrucciones del presidente». Asimismo, aseguró que el departamento continuará sus esfuerzos para «sacar de las calles de Estados Unidos a los peores delincuentes extranjeros ilegales».
Esta resolución indica que la campaña de arrestos masivos, concebida para deportar a migrantes a gran escala, estaría generando efectos adversos en sectores económicos y en grupos electorales cruciales. La administración Trump parece buscar preservar el apoyo de estas circunscripciones de cara a las elecciones legislativas del próximo año, lo que podría haber motivado este ajuste en su política migratoria.
Con información de agencias.-
