Las recientes y devastadoras tormentas con lluvias torrenciales han cobrado la vida de al menos 30 personas en Beijing, la capital de China, según informes oficiales de Xinhua y la Televisión Central de China.
La ciudad ha sufrido un impacto significativo, con un promedio de precipitaciones de 166 milímetros y picos alarmantes de hasta 543.4 milímetros en algunas áreas.
El Centro Municipal de Control de Inundaciones de Beijing, ha reportado cuantiosos daños, incluyendo la afectación de 31 vías principales y la interrupción del suministro eléctrico en 136 aldeas, lo que ha dejado a miles de residentes sin servicio. Ante la gravedad de la situación, más de 80,300 personas han sido evacuadas de las zonas de mayor riesgo para garantizar su seguridad.
El distrito de Miyun, ubicado al norte de la capital, ha sido el más afectado por el desastre, registrando 28 de las 30 víctimas fatales. Las autoridades locales continúan evaluando la magnitud de los daños y coordinando los esfuerzos de recuperación.
En respuesta a la emergencia, el presidente de China, Xi Jinping, ha emitido una orden para maximizar los esfuerzos de protección de la vida y los bienes de los ciudadanos. La prioridad principal es la búsqueda y rescate de personas desaparecidas, así como la evacuación continua de residentes en las áreas más vulnerables.
Las labores de rescate y asistencia humanitaria se intensifican mientras la ciudad se recupera de uno de los eventos meteorológicos más severos de los últimos tiempos.
Con información de agencias
