El Gobierno de Colombia, en su condición de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), anunció la convocatoria de una reunión extraordinaria de cancilleres para este lunes en modalidad virtual, con el propósito de evaluar la situación generada por el reciente despliegue de buques de guerra estadounidenses en aguas del Caribe, frente a Venezuela.
Según precisó el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano en un comunicado, el encuentro busca “intercambiar puntos de vista y reflexiones sobre la coyuntura regional (…) y abordar, de manera abierta y constructiva, las preocupaciones existentes en torno a los recientes movimientos militares en el Caribe y sus posibles implicaciones para la paz, la seguridad y la estabilidad regional”.
Washington defiende su operación naval
La Casa Blanca justificó durante la semana esta movilización militar —que incluye destructores, un crucero lanzamisiles y un submarino de ataque rápido con propulsión nuclear— como parte de su estrategia de lucha contra el narcotráfico. Además, afirmó que cuenta con el apoyo de varios gobiernos latinoamericanos.
Por su parte, la canciller colombiana, Rosa Villavicencio, subrayó que con esta convocatoria se busca “reforzar los canales de diálogo y cooperación, reconociendo que los desafíos transnacionales requieren respuestas conjuntas y coordinadas”.
La Celac, integrada por 33 países de América Latina y el Caribe y creada en 2010, funciona como un espacio de concertación política sin la participación de Estados Unidos ni Canadá. Colombia asumió la presidencia temporal del organismo en abril y, hasta ahora, no se había manifestado sobre la operación naval norteamericana.
En el mismo comunicado, la cancillería recordó que “la presidencia pro tempore subraya que América Latina y el Caribe han sido proclamadas como zona de paz, y que en ese espíritu se convoca a este diálogo ministerial, con la expectativa de contribuir a un mayor entendimiento y a la búsqueda de soluciones concertadas en beneficio de toda la región”.
Venezuela denuncia “acciones hostiles”
El despliegue militar estadounidense fue rechazado con firmeza por el Gobierno de Nicolás Maduro, que lo calificó como “acciones hostiles” y lo vinculó con supuestos intentos de “cambio de régimen”.
Estados Unidos, que recientemente duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del mandatario venezolano, acusa a Maduro de “violar las leyes de Estados Unidos sobre narcóticos”.
Desde la ONU, Caracas alertó que la presencia de un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear de ataque rápido en sus cercanías constituye “una grave amenaza a la paz y la seguridad regionales”, en contravención de instrumentos internacionales como el Tratado de Tlatelolco de 1967, que declaró a América Latina y el Caribe zonas libres de armas nucleares.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, denunciaron que la operación de Washington busca “apoderarse del mar Caribe” bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
Con información Agencias.-



