El Ministerio del Poder Popular para la Educación, en alianza con diversas ONGs, universidades, profesores, estudiantes y movimientos sociales, ha puesto en marcha un debate público a gran escala para analizar y consensuar el impacto de las tareas escolares en el sistema educativo venezolano. Esta iniciativa comenzó el pasado miércoles y busca generar un amplio consenso social para la posible redefinición de las políticas educativas en esta materia.
El titular de la cartera educativa, Héctor Rodríguez, presentó cuatro líneas de acción estratégicas para garantizar que esta discusión abarque todos los espacios y voces:
Sistematización de las investigaciones y experiencias ya existentes a nivel nacional e internacional.
Generación de nuevas líneas de investigación en las universidades para un análisis profundo del tema.
Consulta a fondo con los actores clave del proceso educativo: familias, maestros de aula y estudiantes.
Diseño de políticas públicas basadas en el máximo consenso social alcanzado.
El Ministerio de Educación ha hecho un llamado a la participación de «la sociedad toda» para que brinde sus aportes y visiones. «La sociedad toda está convocada a participar y dar sus aportes para construir nuevas políticas que tributen a elevar la calidad educativa en Venezuela», señaló el despacho en un comunicado.
Foco en el impacto familiar y la calidad educativa
Este debate se enmarca en las recientes reflexiones públicas del ministro Rodríguez, quien en el pasado mes de septiembre manifestó su preocupación sobre los efectos negativos que pueden generar las tareas en el seno familiar.
El ministro indicó que tiene «dudas sobre las tareas» y ha evaluado la posibilidad de eliminarlas, argumentando que «generan mucho conflicto familiar».
«Porque el papá y la mamá, que están trabajando todo el día, llegan en la noche sin tener siempre las herramientas. Si a un maestro nos cuesta, imagínense un papá y una mamá que jamás han reflexionado sobre estos temas, y genera mucha violencia familiar”, explicó el funcionario, resaltando la necesidad de buscar soluciones que armonicen la vida familiar con el proceso de aprendizaje.
Con el inicio de este debate, el Ministerio de Educación abre la puerta a una profunda revisión de las prácticas pedagógicas con el objetivo de promover un ambiente de aprendizaje más efectivo e inclusivo.
Con información de agencias



