El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron una videoconferencia este lunes en un notable esfuerzo por acercar posturas después de la reciente imposición de un duro arancel del 50 % a productos brasileños. Este encuentro telemático marca una señal de «deshielo» en las tensas relaciones bilaterales.
La reunión, informada por G1, comenzó a las 10:30 de la mañana (hora de Brasil) y se extendió por más de 30 minutos. El presidente Lula dialogó desde su residencia oficial, acompañado por una delegación de alto nivel que incluyó al vicepresidente, Geraldo Alckmin, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, el canciller Mauro Vieira, y el secretario de Comunicación, Sidonio Palmeira.
Al concluir el encuentro, el ministro Haddad aseveró a la prensa que la conversación «fue positiva», aunque indicó que la información detallada se emitirá en una «nota oficial del Palacio».
Un acercamiento impulsado por la diplomacia
La posibilidad de esta reunión se materializó tras un acercamiento iniciado el mes pasado, cuando el presidente Trump expresó su deseo de dialogar con Lula durante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. A pesar de las profundas diferencias ideológicas, ambos líderes tuvieron un breve encuentro en los pasillos de la ONU en septiembre, un hecho que tanto Brasilia como Washington destacaron.
»Tuve la satisfacción de encontrarme con el presidente Trump. Aquello que parecía imposible, dejó de ser imposible y ocurrió,» declaró Lula tras su primer cara a cara. Por su parte, Trump calificó a Lula como «un hombre muy agradable», señalando que tuvieron una «química excelente».
Prioridad: negociación económica
El contexto del encuentro está dominado por la confrontación arancelaria, que según el consenso de la prensa local, ha convertido el comercio bilateral en la principal víctima. El presidente Lula ha sido categórico al describir los aranceles de EE.UU. como «un ataque sin precedentes» y «sin justificación alguna», si bien ha mantenido abiertas las vías para un diálogo de respeto.
Lula había expresado a finales del mes pasado su optimismo sobre la posibilidad de que Trump revirtiera su decisión, al considerar que la postura estadounidense podría estar basada en «información falseada». «Una vez que tenga la información correcta, creo que puede cambiar fácilmente su postura, al igual que Brasil puede cambiar la suya,» afirmó el mandatario brasileño.
Uno de los elementos que tensó la relación fue el proceso judicial en Brasil contra el expresidente Jair Bolsonaro, aliado de Trump, por su papel en el intento de golpe de Estado en 2023. La condena de Bolsonaro desató duros señalamientos y sanciones de EE.UU. contra altos representantes del Poder Judicial brasileño.
Se espera que la nota oficial del Palacio de Planalto arroje luz sobre los avances concretos y los próximos pasos en la negociación económica entre ambas potencias.
Con información de agencias
