La comunidad científica celebra un hito en el campo de los xenotrasplantes (trasplantes entre especies distintas) tras la publicación de un estudio en la revista Journal of Hepatology. Investigadores en China han documentado el caso de un hombre de 71 años que sobrevivió varios meses gracias a un trasplante parcial de hígado de cerdo genéticamente modificado, una hazaña considerada como un «éxito parcial» y que podría abrir una «nueva era en la hepatología de trasplantes».
El paciente, cuya función hepática era extremadamente deficiente debido a un tumor de gran tamaño y cicatrices profundas por hepatitis B, no era apto para un trasplante convencional, pero enfrentaba un riesgo fatal de ruptura tumoral. En mayo de 2024, el equipo médico de la Universidad Médica de Anhui procedió a reemplazar la parte derecha de su hígado, que contenía el tumor, con un injerto de un minicerdo de 11 meses genéticamente modificado.
Funcionamiento inmediato y supervivencia prolongada
El órgano trasplantado mostró una funcionalidad casi inmediata. «Casi inmediatamente, el hígado comenzó a secretar bilis, un líquido que el órgano produce para ayudar a descomponer la grasa de los alimentos. En cuestión de semanas, la bilis y la albúmina —una proteína hepática— aumentaron a niveles normales», detalla el artículo.
Aunque aproximadamente un mes después el equipo médico tuvo que retirar el trasplante debido a complicaciones inmunitarias que causaron coágulos sanguíneos, el paciente vivió unos cinco meses más con solo la parte restante de su hígado.
Finalmente, falleció por una hemorragia estomacal, una complicación común en las cicatrices hepáticas, que según los coautores, no estuvo relacionada con el trasplante.
El Dr. Beicheng Sun, de la Universidad Médica de Anhui y coautor del estudio, destacó que el procedimiento puede considerarse un éxito parcial. El xenotrasplante sirvió como un «puente» que permitió al paciente vivir varios meses más, ya que probablemente habría fallecido poco después de la extirpación del tumor sin él. Además, el hígado nativo del receptor pudo regenerarse parcialmente mientras el injerto de cerdo funcionaba correctamente.
Implicaciones futuras
Este caso ha mejorado significativamente la comprensión de los xenotrasplantes. El Dr. Sun explicó que la capacidad de los hígados de cerdo para funcionar en humanos plantea la posibilidad de que puedan ganar tiempo valioso para quienes esperan trasplantes humanos. Incluso podría permitir que el tejido hepático restante se regenere lo suficiente como para que algunos pacientes ya no necesiten un trasplante humano.
El Dr. Heiner Wedemeyer, de la Facultad de Medicina de Hannover (Alemania) y que no participó en el estudio, calificó el trasplante como «realmente revolucionario». «El paciente estuvo a punto de morir, pero gracias al trasplante, sobrevivió medio año», afirmó, resaltando la importancia del avance para futuros tratamientos en pacientes con insuficiencia hepática aguda o cáncer de hígado.
Este logro subraya el potencial de la tecnología de edición genética para cerrar la brecha entre la escasez crónica de órganos para trasplantes y la creciente demanda global.
Con información de agencias



