La protesta nacional convocada por la autodenominada ‘Generación Z’ este sábado en la capital mexicana, que inicialmente partió como una marcha pacífica, culminó en disturbios y un enfrentamiento con la policía a las puertas del Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo federal.
Miles de ciudadanos de diversas edades se congregaron para la manifestación, cuyo recorrido comenzó en el Ángel de la Independencia y se dirigió hacia la plaza principal del país, el Zócalo. La convocatoria se centró en un llamado a “no olvidar” a las víctimas de la violencia que aqueja al país, un problema que, según los manifestantes, persiste a pesar de los cambios de gobierno.
Escalada de violencia
La situación se tornó tensa al llegar a la plaza, cuando un “bloque negro” de la manifestación atacó con martillos y piedras las vallas de seguridad que resguardaban el Palacio Nacional. Los videos que se hicieron virales en redes sociales capturaron el momento en que personas con el rostro cubierto lograron derribar las estructuras de contención.
Este acto provocó la intervención de la policía capitalina, resultando en un enfrentamiento directo. Las fuerzas de seguridad respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y de extintor para dispersar a los agresores.
De acuerdo con reportes de medios de comunicación, servicios de paramédicos acudieron al lugar para atender al menos a 20 personas heridas por golpes durante los altercados.
Motivación y contexto
A diferencia de movimientos globales, la ‘Generación Z’ en México sirvió como catalizador para un amplio espectro de la sociedad, incluyendo estudiantes, campesinos, y miembros de partidos de la oposición.
La protesta se enmarca en la creciente frustración por la violencia. Christian, un ciudadano originario de Michoacán que se definió como “apartidista” y afirmó no haber recibido apoyo económico para asistir, declaró a EFE que la situación en su región está “rebasada”. Citó el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre, como evidencia del problema.
“Es el cinismo por parte de los políticos, si realmente hubiera una aceptación por parte de ellos de que hay un problema de violencia, creo que esto sería más fácil de tratar,” afirmó Christian.
La marcha se desarrolló en un contexto político polarizado, luego de que la presidenta Sheinbaum vinculara al grupo ‘Generación Z México’ con la oposición a su partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Con información de agencias
